«Desde el primer día ha estado claro que he sido una estrella del pop accidental», ha escrito Shamir. «Me gustaba la idea de serlo, ¿a quién no? Pero la carga de mantenerme impoluto en mi presentación y música me afectó tremendamente a nivel mental. Empecé a odiar la música, ¡lo que más amo del mundo! Cuando escuchaba producciones inmaculadas [de canciones] con mis amigos y ellos alababan la calidad del arte en lugar del arte en sí me hizo sentirme muy triste por la música como medio. Mi música solo me emociona si está hecha en el momento y eso es lo que es este disco. No voy a mentiros, es un disco difícil de escuchar, pero más difícil ha sido compartirlo: adoro la música pop, adoro la música marginal, adoro la música lo-fi y este disco es las tres cosas».
Claramente, ‘Hope’ es un cambio de sonido radical respecto a ‘Ratchet’, mucho más rockero y «lo-fi», efectivamente, que las exploraciones discotequeras del debut de Shamir. En una entrevista para OUT, el cantante recuerda que la música de baile «siempre ha sido nueva para mí» y que su verdadera pasión es el lo-fi, hasta el punto que tiene el nombre de Vivian Girls tatuado. Shamir dice que ha descartado varios discos enteros porque sonaban a «Racthet 2», que es lo que buscaban sus colaboradores, y que eso drenó su amor por la música, pero que ‘Hope’ le ha ayudado a encontrarlo de nuevo.