Música

Orbital y Trentemøller, lo mejor del sábado en WAM 2017, aunque quienes arrasan son Lori Meyers

El WAM cerró su segunda jornada principal con enorme éxito, tanto que ya se ha confirmado la celebración de una nueva edición en 2018, en la que actuarán Sidonie, que han tenido que cancelar este año por razones logísticas. El festival que se celebra una semana después de lo que era el SOS 4.8 ha aprobado con nota gracias a una buena organización, a alguna idea tonta pero efectiva como los divertidísimos dj sets de música pop de la zona VIP (en ocasiones ha sido muy duro salir de ahí para asistir a según qué conciertos) y a una muy buena programación con algunos de los mejores talentos de la música nacional (Sr. Chinarro) junto a los más populares (Lori Meyers) e incluso artistas del pop internacional que no es tan común ver en los escenarios españoles (Shura, Orbital). Fotos: Javier Rosa.

Después de actuar el día anterior en Madrid, Shura presentaba su show en formato cuarteto en el festival murciano. Todo un viaje a los años 80 en ambientación y voces que esperamos que resista más tiempo de moda que las propuestas de Ladyhawke o Little Boots. Cierto tipo de público siempre estará ahí para un buen disco de electropop y canciones como ‘Make It Up’ o la final y excelente ‘White Light’ fueron muy bien acogidas por los asistentes, en su mayoría sorprendentemente muy jóvenes. ¿No estaban todos los post-adolescentes del país escuchando trap? Esperaba un sonido más verde para la artista debutante, que no obstante, tuvo un momento de crisis absoluta cuando sufrió un problema de sonido y su voz siguió sonando: todo el mundo atento interpretará que su voz iba en playback cuando probablemente solo llevaba una segunda pista pregrabada o su voz llevaba aplicado algún tipo de efecto. Muy difícil, en cualquier caso, asegurarlo. ¿Lo mejor? La interpretación de ‘Touch’ tirándose al público y concluyendo: «thank you for TOUCHING me».

Sr Chinarro actuaba en formato cuarteto y ofreciendo uno de los mejores conciertos del sábado. Daba algo de rabia verle actuar en el escenario pequeño, por donde pasaban más bien artistas noveles, pero sus palabras fueron en todo momento muy humildes (repetidamente «son ustedes muy amables») y hasta agradeció que la gente asistiera pese a coincidir con Lori Meyers, calificando el éxito de estos como «merecidísimo». Para quien pudiera estar cabreado por ver a Chinarro en un escenario más pequeño que -por mencionar a alguien- Viva Suecia o Varry Brava, Antonio Luque recordó que el SOS 4.8 jamás llegó a invitarle con banda. Es decir, vamos «progresando». Gran repertorio el del artista, con momentos emocionantísimos como ‘Los Ángeles’ y su mágico y creciente punteo; ‘Del montón’ en una versión rock; ‘Una llamada a la acción’ o, en el bis, ‘Efectos especiales’ y ‘El progreso’. Luque se emocionó al ver la reacción del público con ‘La mujer’ e hizo en ese momento una referencia a ‘Bailar pegados’ de Sergio Dalma, que fue nada menos que la tercera que conté en el festival: además de la del viernes, la canción se pinchó el sábado en la zona VIP.

Las crónicas hablarán maravillas de Orbital, TrentemøIler o Pablo und Destruktion, pero no necesitáis leer ninguna para saber que quienes triunfaron de verdad en WAM fueron Lori Meyers, congregando a un par de decenas de miles de personas en torno al escenario principal. El grupo presenta nuevo disco, ’En la espiral’, con un nuevo espectáculo que comienza con una pantalla con proyecciones delante de ellos mismos mientras suena la primera canción de ese nuevo disco, ‘Vértigo I’. ¿Son los nuevos Planetas o más bien Gorillaz?

A continuación, la pantalla se eleva para pasar a mostrar ya simplemente proyecciones, y el grupo ofrece un buen equilibrio -apto para ese público tan numeroso- entre viejos temas (‘Luces de neón’, mucho más adelante ‘Emborracharme’ y ‘Mi realidad’) y nuevos. Entre estos, hacia el final ‘Pierdo el control’, hacia la mitad la bellísima ‘Océanos’ cantada por Alejandro y en la primera parte una verdadera monada llamada ‘Todo lo que dicen de ti’. ¿Se oyeron los coros de Anni B Sweet que hace en el disco y aprovechando que ella estaba programada a primera hora del día? Muy poca cosa: si estaba realmente, que es dudoso, se esforzaron por ocultarla. Aunque no es nada personal, Lori Meyers siempre han puesto sus canciones por delante de ellos también en la propia escenografía y sobre las tablas muchas veces son meras sombras. Un único recelo: ¿a la gente le está gustando el nuevo disco? A duras penas ’Siempre brilla el sol’ estuvo entre las canciones más coreadas. ¡Pero si no está nada mal! Escuchen directamente su cara B o el disco desde ‘Océanos’.

Entre los mejores shows del día, el de los cabezas de cartel Orbital, con una puesta en escena muy destacable que los alzaba en una plataforma gigante delante de unas estupendas proyecciones que mostraban margaritas, teñían todo el escenario de colores tan vistosos como un amarillo muy vivo y por supuesto realzaba a Phil y Paul Hartnoll provistos de unas linternas de minero en sus cabezas. Aunque Orbital actuaban a unas extrañas doce de la noche (supongo que lo pidieron, era bastante raro verles salir antes de, por ejemplo, The Sounds), convencieron a todo el mundo de que eran las 6 de la mañana gracias a su recuerdo de los sonidos acid, el technazo y, en algún momento, los sonidos de la Ruta, lo que incluye las ambientaciones más espirituales a lo new-age. ¿El momento más pop? Su habitual referencia a ‘Heaven Is A Place On Earth’ de Berlinda Carlisle. Una pena que no sonara ‘Kinetic’.

The Sounds continúan exprimiendo el sorpresivo éxito de ‘Tony the Beat’ pero todavía sin saber llenar un escenario ni con canciones igual de buenas ni con un sonido que realmente se expanda por la amplitud de un recinto ferial. Se echa de menos una contundencia que no termina de llegar. Eso sí, tienen a su favor dejar la sensación de estar viendo a unos Blondie pero en joven, sobre todo por su líder Maja Ivarsson, que se permitió echarse algún piti sobre el escenario. Quizá no debería estar tan relajada y buscar un buen técnico de sonido o músicos que terminen de dar empaque a lo suyo. Mucho mejor habían estado poco antes Varry Brava, que en el futuro podrían editar un recopilatorio con la pegatina “conoces más canciones de las que creías”. Entre ellas ‘Entre el cielo y el mar’, ‘Flow’ o ‘Vietnam’. A destacar, la reivindicación del sonido Tino Casal y los 80 en general. Parece cuestión de tiempo que se hagan tan famosos como Miss Caffeina, si no lo son ya, que ayer lo pareció, aunque es verdad que no coincidían con absolutamente nada y jugaban en casa.

Impecable concierto el que ofreció Trentemøller a las dos y media de la madrugada en presentación del notable ‘Fixion’ que salía a la venta el año pasado. Sin dedicarse específicamente a aquellos que esperasen zapatilla a esas horas de la mañana, pero tampoco defraudándolos (había de vez en cuando arrebatos de elegante agitación), el artista nos visitó en formato grupo, contando con un sonido de lo más orgánico y con la inestimable presencia de una cantante ocupando el lugar de Jehnny Beth con una pose y voz muy similares Jehnny Beth de Savages sobre el escenario, a pesar de que esta está enfrascada en los actos promocionales del nuevo disco de Gorillaz. Grandes momentos de oscuridad en conexión con The Cure, Massive Attack y Depeche Mode, que empujaban la puesta en escena hacia lo fantasmagórico.

Puede que Delorean no estén en su mejor momento de popularidad internacional, pero a la espera de que den con un single que vuelva a ponerles en la primera plana en Europa, América, Asia… todos esos sitios en los que han tocado, siguen teniendo grandes conciertos que ofrecer para la muchachada más fiestera. El cuarteto sigue compartiendo protagonismo en primera línea (Ekhi con nuevas gafas de freak, Unai aún hipnotizando con el balanceo de su teclado) y su propuesta post-house es una de las que menos pereza puede dar hacia las 4 de la mañana. El repertorio formado por canciones como ‘Stay Close’, ‘Deli’ o ahora ‘Muzik’ trasciende de calle la moda chillwave: es totalmente imperecedero.

La noche terminó hacia las 6 de la mañana con un escenario pequeño dedicado al pop y otro más electrónico (mención especial a la gente bailando en la puerta de la zona VIP por no tener la pulsera adecuada) y después un after en la sala REM con dj’s afines al festival. No lo hemos llegado a conocer, por lo que no podemos opinar, pero tener al menos la opción debería ser obligado en la organización de todos los festivales. Lo dice la propia palabra. Elena H. Sebas E. Alonso.

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Publicado por
JNSP
Tags: wam