Chris Cornell inició su andadura musical en 1984 con la banda The Shemps, germen de lo que después serían Soundgarden, y en la que participó el propio Bruce Pavitt, que años después creó junto a Jonathan Poneman el sello Subpop, piedra angular de la cultura popular de las últimas décadas. Soundgarden, junto a The Melvins y Green River, fueron a finales de los 80 el primer atisbo de la escena grunge de Seattle, en cuyo éxito Cornell y los suyos participaron de forma activa con discos tan pioneros como su debut ‘Ultramega OK’, ‘Louder Than Love’ o ‘BadMotorFinger’, que recientemente han sido reeditados en vinilo y CD con temas extra y encartes de lujo. ‘Superunknown’, publicado en 1994, fue su obra cumbre y, además de un inusitado éxito –6 discos de platino– obtuvo el
En 1997 la banda se separó y Cornell, tras lanzar su primer disco en solitario (‘Euphoria Morning’, dedicado a la memoria de Jeff Buckley) y colaborar aquí y allá, formó junto a tres miembros de Rage Against The Machine el grupo Audioslave, con el que logró una notable repercusión en el circuito del hard rock. Con ellos lanzó tres álbumes, tras los que se centró de nuevo en carrera en solitario con dos discos más, entre ellos el que le unía, inesperadamente, con el productor Timbaland.
Tras esa etapa, no demasiado exitosa, se gestó la reunión de Soundgarden en 2010 para encabezar festivales como Lollapalooza. Dos años después, en 2012, llegaría el que ya es el último disco del grupo junto a Cornell, ‘King Animal‘. El pasado año Cornell realizó una gira para celebrar los 25 años de la publicación del único disco de los icónicos Temple of The Dog, grupo que formó junto a algunos miembros de Pearl Jam y que fue una enorme influencia para otras bandas de la época y posteriores. Cornell destacó por su carisma escénico y sobre todo, por su voz: estaba considerado por muchos medios como el mejor vocalista de rock de su generación y uno de los mejores de la historia.