Julie y sus dos percusionistas, Grandmarnier (miembro del grupo) y Fred (parte de la banda en vivo), salieron con 15 minutos de retraso, pero dispuestos a entregarse al 200%. La cercanía del escenario y su escasa altura jugó en contra de un show que suele ser bastante visual por las pequeñas coreografías de los chicos y las formas geométricas que tanto les gusta formar con sus baquetas, pero por supuesto permitió que Budet acariciase la cara (sic) a sus fans de la primera fila durante el show y muy especialmente al término total del mismo, cuando gastó su tiempo en darse abrazos en grupo con distintos grupúsculos de seguidores de todas las partes del escenario.
Con la música pregrabada (y parte de la voz), con la salvedad de las potentes y decisivas percusiones, que acercan el show en algunos momentos a los ritmos africanistas house, Yelle fueron desgranando su colección de hits, interpretando seguidas ‘Je veux te voir’, ‘Safari Disco Club’, ‘À cause des garçons’ y ‘Que veux-tu’. Casi nada. Y aún quedaba más: la euforia colectiva en ‘Comme un enfant’ o el bis con su último single ‘Interpassion’, todas con una Julie entregadísima que no paró de moverse de lado a lado durante la hora de set, logrando la total interacción con un público que, poco a poco, había ido llenando la Súper 8. ¿Quién puede aburrirse en esta Club Party de Yelle? 8.