Por lo demás, una iniciativa de excelente y variado gusto musical, que dejó además muy buen sabor de boca en cuanto a asistencia (6.000 personas por día) y organización: una sencilla e intuitiva aplicación iba avisando de cuándo se llenaba cada recinto, logrando convencerte de pegarte alguna carrera o disuadiéndote de querer hacerlo. Estas son 10 cosas que te perdiste si no fuiste a ninguno de los conciertos o, como es probable, escogiste otros completamente distintos.
Como anticipamos en la breve crónica publicada el pasado sábado, Yelle arrasaron, aunque esta vez habían sido programados en una sala más pequeña que en otras ocasiones (Súper 8 en Callao y no la Sala But/OchoyMedio). Julie y los chicos fueron todo comunicación y empatía con su público pese a los 15 minutos de retraso (algo bastante imperdonable en un evento en el que hay tantísimo que ver a la vez), pero lo resolvieron interpretando 4 de sus principales temas seguidos hacia la mitad del set. No todo el mundo cuenta con temazos como ‘Je veux te voir’, ‘Safari Disco Club’, ‘À cause des garçons’ y ‘Que veux-tu’ como para poder provocar lo que provocaron el viernes durante esos 15 minutos. ¿Para cuándo nuevo disco?
Gracias a la mencionada APP, sabías que era posible asistir al final del set de Dagny en El Sol si salías corriendo de Yelle. Como recompensa, descubrías que la noruega recientemente fichada por Universal no visitaba Madrid para ofrecer el típico show de pregrabados pensado para su propio lucimiento. Todo lo contrario, se acompañaba de una nutrida banda (mixta) que, en formato quinteto, alimentaba el poso pop-rock de sus canciones. Como colofón final se guardaba una ‘Backbeat’ que sí contaba con los «oooh-oooh» pregrabados, pero en la que destacó la interpretación en vivo de Dagny mientras se grababa a sí misma con el smartphone tomado prestado a alguien de la primera fila. ¿No querías vídeo de recuerdo del concierto? Pues toma tres tazas.
Que hubiera tal cantidad de oferta en Madrid y a la misma hora impidió que las salas lucieran totalmente llenas en la mayoría de los casos. La APP avisaba de los llenazos de Cycle, Miss Caffeina o Carlos Sadness en recintos más pequeños a lo que suelen acostumbrar, pero entre quienes llenaron en sala grande (Joy Eslava) estuvieron The Vaccines, que por lo que se pudo ver en el Twitter oficial del festival, parece que no decepcionaron.
El dúo Snakehips va camino de los 300 millones de escuchas en Spotify con su tema ‘All My Friends’, pero otra cosa es el público al que pueden congregar en vivo y su dj set fue seguido solo por unas 50 personas en la Sala Penélope. Seguro que el horario -demasiado tarde o demasiado pronto, según se mire- y el lugar -Moncloa, a 45 minutos andando del centro- tuvieron algo que ver, pero lo cierto es que era difícil entregarse con tan poca gente y el escenario completamente en penumbra, ni siquiera cuando hacia el final sonó la mencionada ‘All My Friends’ rodeada de otras canciones de tropical house post-Major Lazer y Jack Ü featuring AlunaGeorge. «Nunca habría imaginado oír esta canción en formato reducido», comentaba un joven fan a la salida.
Lori Meyers, acostumbrados a actuar en Madrid en recintos más grandes tipo La Riviera, y a encabezar festivales multitudinarios tipo Low, WAM o Tomavistas, decidieron volver a su pasado para actuar en un lugar mucho más reducido como es Galileo Galilei, donde, depende del día, el público está total o parcialmente sentado. Como era de prever, hubo que retirar las mesas para la actuación a media tarde de Lori Meyers, pues la cola para ver su acústico era considerable. Aunque algunos decidieran no callar, ni siquiera por respeto a la gente que estaba fuera, el grupo no decepcionó, bordando todo, desde la versión de ‘Luces de neón’ en clave bossa con la que empezaron hasta la folk de ‘Alta fidelidad’ con la que terminaron. ‘Mi realidad’, sin teclados, y en clave americana, sonó muy mejorada y ‘Emborracharme’, tan pensada para la fiesta, digamos que curiosa en esta versión reducida.
El concierto de Oh Wonder, cuando están camino a publicar su segundo disco, fue una verdadera monada. Supongo que hay quien echara de menos algo de garra, quien acuse de cierto histrionismo a su voz masculina Anthony West (y a su manía de atusarse el pelo) y quien huela demasiado parecido a otras propuestas como The xx o más recientemente London Grammar. Pero todo lo demás el grupo lo hizo bien, con una baratísima pero vistosa puesta en escena destacando una «O» y «W» gigantes y luminosas, un excelente sonido que permitía percibir detalles y letras, y un agradable setlist en el que destacaron canciones como ‘Lifetimes’ o ‘Drive’, reservadísima para el final. A destacar el momento en que Josephine Vander Gucht -de cierto parecido a Lauren de Chvrches- tomó una bandera del Orgullo Gay del público y la hizo propia.
Alondra tuvo que cambiar de recinto en el último momento y su show pasó a Costello Club a las doce de la noche del sábado teniendo que enfrentarse a dos problemas: ofrecer un concierto acústico a una hora totalmente intempestiva y a un calor atroz que hacía sudar las paredes y que no pasó inadvertido para la propia Alondra, que no tardó en excusarse (a sí misma y a su pelo a punto de parecer «el de Diana Ross» según sus propias palabras): «Ojalá pudiera hacer algo para quitaros el calor». Aun así, y pese a algún acople puntual, buen concierto con su compañero de sello Nine Stories, que también acaba de lanzar nuevo disco, y en el que despuntó la simpatía de ambos tanto como el bonito e intimista setlist, cuyo punto álgido fue una versión acústica de ‘What Will You Dream’.
Manuela, el proyecto paralelo de un ex miembro de Franz Ferdinand, Nick MacCarthy, con su esposa Manuela Gernedel, no es muy famoso, pero a quien le gusta su disco homónimo editado en marzo de este año, le gusta de verdad. Eso es lo que se puede concluir después de ver cómo sus pocos fans parecían 500 dando palmas y gritando como teenagers durante su concierto en Galileo Galilei. Buen sonido de inspiración setentera, y muy visceral, que podríamos conectar con los primeros Talking Heads.
Numerosos DJ sets de pop y electrónica se repartieron por toda la ciudad, destacando la búsqueda de la paridad a través de varias propuestas femeninas como Ley DJ, DJ Tutu (que estará en Sónar), AWWZ o Eme DJ. No mucha gente se desplazó hasta Galileo Galilei para presenciar el dj set de El Guincho, pero quien lo hizo pudo comprobar que el artista se está acercando cada vez más hacia los ritmos latinos y reggaetón, pese a que claramente a su público no le agrada demasiado. ¿Ha de empezar otra vez de cero? Pinchó, por cierto, ‘Mala mujer’, el nuevo éxito de C.Tangana, que desconocemos si sonó en el concierto que casi a la vez daban Agorazein.
También podemos considerar «momentazo» que Alexis Taylor, líder de uno de los grupos más divertidos sobre la faz, de uno de los grupos que más nos ha hecho vibrar en vivo, Hot Chip, ofreciera semejante colección de temas aburridos y casi impinchables a eso de las 2 de la mañana en la Sala Arena. Ni acercándose a los territorios del «live» en algún momento, la cosa se salvó y a algunos lo suyo fue lo que nos mató. Claro que igual el hecho de que ahora Taylor (y Goddard) aparezca en los créditos de una balada de Katy Perry nos daba una pista… Sebas E. Alonso, Sr John.