Dâm-Funk y Toro y Moi han reivindicado recientemente a Kashif, el cantante y productor -fallecido en 2016- que compuso el primer hit de Whitney Houston, ‘You Give Good Love’, así como el clásico boogie ‘Love Come Down’ de Evelyn «Champagne» King, dos canciones representativas de su sonido minimalista y evocador, al que Blood Orange o CLUBZ deben más de una idea.
Son varias las voces que opinan -por ejemplo en Twitter- que ‘Feels’ hace uso en su base de la melodía principal de ‘Let’s Groove’, el clásico de Earth, Wind & Fire de 1981. Es probable que Harris se haya inspirado en ella para la canción más melódica de su disco, pero el parecido entre ambas canciones es lejano.
Cuando Harris no busca en su disco el sol de California, busca las luces de neón y palmeras de una noche ebria en Miami, un poco en el estilo de Nite Jewel y Dâm-Funk en su EP conjunto de 2016. ‘Holiday’ no es tan sexy como ‘Let Me Be Me’, pero suena casi igual de tóxica.
‘Faking It’ hace uso de los ritmos populares surgidos en el sur de Atlanta en los noventa, los denominados Atlanta bass, que se caracterizan por su uso del 808, por sus ritmos hip-hop ligeros, metálicos y acelerados y por su uso de arreglos electro. Su versión de Miami, el Miami bass, parece una influencia por ejemplo en ‘Superlove’ de Tinashe.
Este clásico de The Whispers que fue top 10 en Estados Unidos es el ritmo post-disco que ha buscado Harris por ejemplo en ‘Heartstroke’, un post-disco puro, no tan funky y electrónico como su deriva boogie de mediados de los ochenta. ‘Slide’ y ‘Rollin’ tienen más en común con este segundo estilo.
Actualmente el pop anda obsesionado con los ritmos caribeños, pero en los ochenta también. Porque de la misma manera que el disco de Harris se entrega al dancehall en ‘Skrt on Me’ con Nicki Minaj, en los ochenta ya existían Grace Jones y los estudios Compass Point de Bahamas, donde por cierto también grabaron Talking Heads.
El funk con vocoders de ‘Cash Out’ remite a esta obra maestra de Zapp, que ya parecía la inspiración principal de ’24K Magic’ de Bruno Mars, que a su vez recordaba a ‘Gettin’ Jiggy wit It’ de Will Smith. ‘Cash Out’ de hecho parece diseñada para sonar en y como un casino de Las Vegas.
Al margen de los ritmos boogie de ‘Funk Wav Bounces Vol. 1’ de lo que está lleno el disco de Calvin Harris es de raperos: la fusión de funk y rap, detectable por ejemplo en los grooves de ‘Cash Out’ y ‘Prayers Up’, remite fácilmente al gangsta funk clásico de gente como Ice Cube, Dr. Dre o DJ Quick con su mítica ‘Dollaz and Sense’.