«»¿¿En serio ésta es la misma de ‘Tik Tok’??» es quizás el comentario general tras escuchar ‘Praying’. No nos ha sorprendido tanto a quienes desde el principio sospechábamos que, a pesar de la etiqueta de «tonta chica blanca fiestera» que fácilmente se le ponía (otro día hablamos de esto), Kesha no era así y tenía cosas interesantes que ofrecer, algo que se reforzaría en su recomendable segundo disco. La continuación de ‘Warrior’ llega cinco años después, tras un calvario que sacó a la luz más de una cloaca de la industria. En ese sentido, podríamos pensar de este ‘Praying’ (clarísimamente dirigido a Dr. Luke) que es demasiado light, aunque entendamos que hay una batalla legal de por medio… pero esta balada a piano no tiene nada de light. ¿Es más empoderador un «que te jodan» o un «no has podido conmigo, yo estoy aquí haciendo la música que realmente me apetece y sé que a mí me va a ir bien, pero espero que tú cambies porque lo que siento por ti es lástima»? Kesha no le «perdona» en esta canción (ella misma dice que esa tarea se la deja a Dios), pero le hace saber que está en paz, lo cual es algo de lo que él no puede presumir. El videoclip dirigido por el (casi) siempre eficaz Jonas Akerlund consigue transmitir esta idea, y el grito a lo Mariah que suelta en plena Montaña de la Salvación nos llega especialmente a quienes nos llenamos de rabia con esta imagen«. Pablo N. Tocino.
“Es complicado reivindicar el repertorio de Kesha sin recordar que sus mejores canciones son en parte obra de la persona que todos sabemos. ‘Tik Tok’, ‘Die Young’ o mi favorita personal, ‘Crazy Beautiful Life’, que contiene uno de los mejores usos de autotune que he escuchado, además de un estribillo maravilloso, son de Dr. Luke. Pero si algo demuestra ‘Praying’ es que Kesha no le necesita para escribir grandes canciones, ella sola se apaña y esta canción, baladón dramático donde los haya, está destinada a ser un clásico, pues tiene una melodía clara como un cielo azul que parece hecha para que los próximos concursantes de Operación Triunfo la destrocen en directo. Es un góspel de los que sanan, y si pensabas que Kesha no era capaz de hacerlos, doble victoria para ella”. Jordi Bardají
.“Kesha ha querido contrarrestar el electropop ligero de ‘Tik Tok’ y el notable y divertido ‘Warrior’ con un tema de sonido clásico, para demostrar su valía como compositora. Y lo ha conseguido. Hay una gran canción como fondo en ’Praying’ y además el uso de coros, baterías y orquesta está medidísimo. El resultado es un enorme “grower” de los de poner los pelos de punta, que Adele habría convertido ya en número 1, y cuyo único elemento discordante es el vídeo, del que solo salvaría ese mural con mensajes nada subliminales tipo “estás demasiado delgada” o “no seas tú misma”. Por lo demás, ese “la canción quiere ser clásica” vs “el vídeo es una extravagancia” tiene el copyright de Lady Gaga». Sebas E. Alonso.
«‘Praying’ es muy morbosa, para qué negarlo. O la morbosa soy yo. No soy capaz de separarla de la amarga disputa legal que Kesha mantuvo con Dr. Luke. ¡Sospecho que nadie lo va a conseguir! Y me encanta. Adoro ese rollo de “te perdono y rezo por ti” pero, a la vez, ese trasfondo de “púdrete en el puto infierno”. En este caso, la interpretación desatadísima está más que justificada. Eso y la efectiva construcción del tema (piano, coros, subidón, final en seco), hace que ‘Praying’ traspase la mera concepción de balada convencional y ñoña. Esto es un himno de autosuperación con todas las de la ley, para cantar dándolo todo mientras se la dedicas mentalmente a todos los malnacidos que hayan podido hacerte daño, mientras piensas: “Que os den. Soy mejor que vosotros”». Mireia Pería.