En concreto TMZ titulaba esta semana que estaba “rededicando su vida a Cristo”. Al margen de que el portal de sociedad pueda estar exagerando lo que Bieber habría llamado algo así como “la llamada iluminada del Señor”, lo seguro es que Bieber estaba saliendo de una iglesia de Beverly Hills cuando recientemente atropelló accidentalmente a un paparazzi.
También tiene un tono religioso la carta que ha compartido con sus fans en Instagram, en la que habla ya, a sus 23 años, de intentar ser el marido y el padre perfecto. «Aprender y crecer no siempre ha sido fácil pero el saber que no estaba solo me ha ayudado a seguir adelante. He dejado que mis inseguridades acaben con la mejor parte de mí en ocasiones; he dejado que mis relaciones rotas dictaran la forma en la que actué con la gente y la forma en que los traté. ¡Dejé que la amargura, la envidia y el miedo manejaran mi vida! Estoy extremadamente bendecido por haber tenido a gente alrededor en los últimos años que me han ayudado a construir mi carácter de vuelta recordándome quién soy y quién quiero ser”, indica el cantante, que asegura que aprenderá de sus errores y no dejará que su pasado decida su futuro. “Este mensaje es una oportunidad de haceros conocer mi corazón, no espero que nadie lo entienda pero quiero que la gente tenga la oportunidad de saber de dónde vengo”.