Ahora que puede catarse el disco entero, una canción en concreto destaca por recuperar el espíritu de la Kesha más fiestera, descarada y despreocupada. Se trata de ‘Boogie Feet’, una de las dos colaboraciones de Eagles of Death Metal en el álbum, en la que Kesha olvida sus demonios y se entrega a la pista de baile para ofrecer movimientos tan buenos que “se conocen en todo el mundo”. Tan entregada al “boogie” está Kesha en ‘Boogie Feet’ que dice “no necesitar” la inteligencia de un creador de videojuegos, un cuerpo sexy o dinero para conducir Lamborghinis, sino simplemente “bailar como una cabrona”.
A pesar de la conexión de Kesha con el pop de radiofórmula, la artista nunca ha dejado pasar la oportunidad de explotar su pasión por el rock ‘n roll en sus discos, como sucedía en el anterior ‘Warrior’, donde sin ir más lejos colaboraba con Iggy Pop en ‘Dirty Love’ o Julian Casablancas de The Strokes en la muy Strokes ‘Only Wanna Dance with You’, donde además tocaba el batería de The Black Keys, Fab Moretti.