¿Y qué encontramos en ‘Tremendous Sea of Love’? Pues probablemente sea el trabajo más honesto de Passion Pit: Angelakos se abre en canal a sus seguidores sobre su forma de actuar, de pensar, de ver la vida, y su salud mental en general, como ya hizo en un AMA de Reddit en el que, más que con fans, parecía que estaba hablando con su mejor amigo, su gran confidente o hasta su psicólogo. En ‘Somewhere Up There’, uno de los temas más destacables del disco, usa de hecho como sample unas frases dichas por su terapeuta y un mensaje de voz de su madre (!). No es ni mucho menos el único momento del disco en que se trata la salud mental; el compositor de New Jersey, que lleva conviviendo con un trastorno bipolar desde su adolescencia, cuenta que escribió ‘To the other side’ a raíz de un episodio agudo. En este tema, cuyo comienzo recuerda a ‘Walking in Memphis’, apuesta por el optimismo y proclama que el simple hecho de querer salir del pozo y empezar a dar pasos para llegar a ese “otro lado” es ya un triunfo personal, aunque aún no se haya cruzado el camino. Esta temática inunda también los temas instrumentales (‘Moonbeam’, ‘Tremendous Sea of Love’ y ‘Inner Dialogue’): sí, en este disco Passion Pit se atreven por primera vez con un tema instrumental y, ya puestos, nos ofrecen tres. Especialmente en ‘Inner Dialogue’ podemos acercarnos al caos que es, en muchas ocasiones, la mente del artista.
De hecho, ese es otro de los planteamientos que se hace: ¿para ser artista hay que sufrir? Recientemente, Angelakos afirmaba haberse dado cuenta de que la respuesta es un “no” rotundo, y quizás eso se entienda más sabiendo que ha pasado por una época especialmente convulsa de su vida. Se divorció de la estilista Kristy Mucci meses después de la salida de ‘Kindred‘, y poco después decidió salir del armario, revelando el largo proceso que fue para él aceptar que era homosexual, por el estigma social pero también porque quería muchísimo a su esposa -no sabemos si en ‘Hey K’, dedicada a ella, le dice que él siempre la querrá, o si le desea suerte con su próxima pareja, o si ambas cosas. El amor es también recurrente en otros cortes como ‘Undertow’, con la corriente de resaca como símbolo de que seguimos volviendo al amor aunque queramos escapar de él (“we know what we need / clear and inmediately / a love concrete / spelling it out on the street / love until you bleed”) o ‘You have the right’, una balada sobre la confianza en la pareja aún cuando ésta necesita un tiempo para estar a su aire. En un disco con los bpm bastante más bajos que el resto, los suben temas como ‘I’m Perfect’, cuya enérgica percusión recuerda a ‘Fever’ de The Black Keys, o el electropop de la ya mencionada ‘Somewhere Up There’, y también el crescendo de ‘For Sondra’, que aborda la complicada relación con su madre y que se encarga de cerrar el disco.
La sensación final que queda tras escuchar esta nueva colección de canciones de Passion Pit es un tanto agridulce. Se agradece la honestidad del autor acercándonos más que nunca su mundo interior, se agradecen sus intenciones con las canciones, y su forma de hacerlas llegar a los fans, pero no dejamos de tener la sensación de estar ante un disco algo descafeinado, que podría ser mejor, y donde, entre tanto intimismo, se echa en falta algún temazo marca de la casa tipo ‘Take A Walk’, ‘Sleepyhead’, ‘I’ll Be Alright’ o ‘Lifted Up (1985)’. Pero, en palabras de Angelakos, “este trabajo es 100% real, y tanto si tiene sentido para la gente al principio como si no, no importa; tiene sentido para mí”.
Calificación: 6,7/10
Lo mejor: ‘Somewhere Up There’, ‘Hey K’, ‘You have the right’
Te gustará si te gusta: los discos personales que suponen una herramienta terapéutica para el artista y, en muchos casos, para sus seguidores.
Escúchalo: Spotify