‘Arena y romero’ es una balada, como indica su título y explica su autor, “como todas, sobre la esperanza”, pero además destaca por su letra costumbrista llena de melancolía y por la colaboración a las voces de la hija de Lezón, Jimena. La letra nos sitúa en Sevilla al principio del verano (¡ahora que está a punto de terminar!) y nos presenta a un Lezón que observa a los “caballos que miran de reojo al río” en la “plaza de Alfalfa, donde no se oye un ruido” y que al llegar la noche se queda bebiendo hasta la madrugada. “Hoy me duele todo el cuerpo y no siento nada el alma”, lamenta. Es al llegar su amada cuando Lezón recupera la esperanza: “me sentaré en una terraza, a esperar a que aparezcas, y hablaremos de bobadas, beberemos unas cervezas y planearemos como siempre un viaje a la playa”.
El mismo Lezón explica que ‘Areno y romero’ es “una canción que llevaba escrita bastante tiempo. Una historia de ausencia inspirada en Sevilla, ciudad en la que paro mucho y dónde tengo grandes amigos. Parte de la canción de grabó en Getxo, en los Estudios Pan Pot, allí entre Txomin, Edu y yo vestimos una canción que siempre había estado desnuda. Después, en Sevilla con Raúl Pérez, productor de Esperanza, la fuimos rematando. Cuenta con la colaboración a las guitarras de mi amigo Marc Clos y con la voz de mi hija Jimena aportando siempre luz. Estoy muy contento la canción que, como todas, habla de la esperanza”.