‘Witness’ no ha funcionado demasiado bien en listas, pero eso no ha sido motivo para que Perry reniegue de él en una gira que incluye hasta 10 de sus temas (naturalmente al tratarse del disco que presenta). De hecho, algunos de los mayores hits de la carrera de Perry aparecen en una de las primeras secciones, la irónicamente titulada ‘Act My Age’, que incluye temas como ‘Teenage Dream’, ‘Last Friday Night’ o ‘I Kissed a Girl’ (¿nos querrá decir que ha madurado?), por lo que se da protagonismo sobre todo a lo nuevo.
Y de lo nuevo se ha escogido lo mejor: al margen de los singles, ‘Chained to the Rhythm’ (que suena al principio), ‘Bon Appétit’ (que suena en medio e interpolada a ‘What Have You Done for Me Lately?
’ de Janet Jackson) y ‘Swish Swish’ (que suena al final), en la gira se escuchan ‘Witness’, ‘Roulette’, ‘Hey Hey Hey’, ‘Power’ o la -en mi opinión- infravalorada ‘Déjà vu’. Aunque tengo mis dudas de que ‘Save As Draft’ y ‘Tsunami’ sean buenas elecciones habiendo en el álbum temas más interesantes como ‘Mind Maze’ o más entretenidos como ‘Pendulum’.Cierran en clave épica ‘Roar’ y ‘Firework’ y por supuesto ‘Dark Horse’ hace acto de presencia -hacia el principio- pero llama la atención la ausencia de singles como ‘The One that Got Away’ y sobre todo ‘This is How We Do’: no hay más que echar un vistazo a la dirección artística y de vestuario del show para ver que está completamente inspirado en su vídeo y en general en el arte pop de vanguardia. Algunos atuendos incluso me hacen pensar en lo avanzada a su tiempo que ha estado siempre Róisín Murphy.