Salto al año siguiente (2006): Teki empieza a expresar su cansancio con el mundo del rap y decide hacer un disco en solitario persiguiendo la idea de convertirse en una estrella del pop. Junto al productor Gonzales se saca de la manga ‘Party de Plaisir’, álbum en el que vierte todo el caudal de influencias pop que le obsesionan desde niño: la música 80s de la MTV (Duran Duran, Madonna), el tecnopop francés (Jacno, Taxi Girl) y hasta la música disco. En él colaboran figuras muy interesantes (Feist, Philippe Katerine), pero se lleva la palma la reina del pop francés de los 80: Lio. Fetichista al máximo (como Yelle sospechaba) la convence para grabar ‘Les matins de Paris’ a dúo en los Estudios Ferber parisinos, que la cantante no había pisado desde la grabación de hits como su célebre ‘Amoureux Solitaires’ de 1980.
‘Les matin de Paris’ está a la altura de ese reencuentro: es un hermoso homenaje al sonido primigenio de Lio, al pop francés salido de esos estudios en los 70 y 80 y a la propia infancia de Teki, un chico sensible y diferente que se refugiaba en la música: “El silencio en las calles de París me recuerda la historia de nuestra vida / No soy como los otros chicos, mi aburrimiento se parece a una prisión / Deja que esas máscaras caigan por el horizonte, te olvidaré gracias a mis canciones”. Cuando la voz de Lio aparece en el estribillo cantando “Las mañanas de París / te susurran suavemente dulces melodías” sobre esa base electropop tan años 2000 se produce una conjunción de estilos realmente mágica:
Lio llevaba la nueva década buscando una voz nueva, más madura (en 2000 con el disco ‘Je suis comme ça’, de versiones de Jacques Prévert y ya en 2005 con el bello y reposado ‘Dites au prince charmant’) y resultaba muy curioso verla retomar su trono de reina del tecnopop bubblegum con tanto entusiasmo. Seguramente era algo lógico en un ambiente -el de los años dos mil- de reverencia de los nuevos grupos hacia los 80: hasta la propia Yelle versionaría el ‘A caus’ des garçons’, un single ochentero tras el que se encontraba el gran Alain Chamfort, y Teki trataría de repetir fórmula haciendo el ‘Tes états d’âme Eric’ de Luna Parker dos años después con Leslie. Sería, por cierto, su último intento en el mundo del pop. Monsieur Latex en la actualidad se dedica a sus labores de DJ con mucho éxito.
Ahora que se cumplen 10 años de la publicación de este alucinante single, asombra contemplar lo mucho que han cambiado las cosas (la contraportada de esta edición maxi-single incluye con orgullo la dirección del Myspace de Teki) pero sobre todo la de clásicos que dejó esa época dorada del electropop francés millennial, un momento muy brillante de la historia del pop, lleno de los colores flúor de la propia portada de este disco, de los vídeos y grafismos de Yelle, o hasta del nombre de uno de los mejores blogs franceses que condensaron esa estética: el desgraciadamente desaparecido Fluokids.
‘Les matins de Paris’ suena en el último Popcasting de Jaime Cristóbal, ya disponible en este enlace.