La conversación transcurre así. El supuesto ministro letón advierte a Cospedal sobre Puigdemont: “no sé lo que estáis planeando hacer con él pero no hay que jugar con él”. “Es una historia peligrosa”, continúa. “Puigdemont trabaja para la inteligencia rusa desde hace tiempo. También conocemos su apodo. Es Chipolino. Quisiera se lo tomara en serio. En cualquier caso estamos dispuestos a ayudarles con el desplazamiento de nuestro ejército en el territorio de Barcelona en plazos muy cortos”.
Cospedal, quien se muestra diplomática con el supuesto ministro en todo momento (nadie espera que Cospedal acuse a un ministro de mentir en plena conversación telefónica), aunque parece haber caído en el anzuelo de los humoristas, insiste en que va a trasladar esta información al presidente Mariano Rajoy a primera hora de la mañana y solicita conocer cuánto hace que la Defensa letona dispone de esta información. El supuesto ministro responde que desde hace una semana e informa a Cospedal de que Puigdemont “puede esconderse ahora en la embajada de Rusia”. La Ministra replica que eso “tiene todo el sentido”.
Un gran momento de la broma es cuando Cospedal informa al “Ministro” de que el Gobierno tiene la situación con Cataluña “más controlada” y que las “mentiras de Puigdemont se están desenmascarando en toda Europa”, pero que “es importante que se conozca toda la verdad”.