Música

Tove Lo / Blue Lips

Haciéndose un dedo. Así terminaba Tove Lo ‘Fairy Dust‘, el cortometraje que, junto con ‘Fire Fade’, ponía imágenes a los temas de ‘Lady Wood‘, y así nos presentaba también uno de los cortes de esta continuación: ‘Bitches’ sonaba en esos últimos minutos, con los fans lamentando que Tove no hubiese incluido un temazo así en el disco. Solucionado. Como nos reveló en una entrevista, se había guardado varias canciones para una segunda parte que por fin ha llegado. Aquí, de nuevo, la sexualidad está presente sin ningún tabú -por algo empiezo así la reseña- y es que, para la sueca, la música y el sexo están “muy conectados, lo cual es genial. Siempre me ha gustado esa forma de expresión, cuando es genuina y no porque alguien te dice que lo hagas”, aclara en referencia a la hipersexualización a la que se obliga a muchas cantantes.

El sexo, el amor, el dolor (las tres partes en que se dividía su debut), las drogas, la diversión, los errores, la amistad y la juventud inundan el tercer y cuarto capítulos con que se finaliza la historia iniciada con los dos primeros allá por ‘Lady Wood’: ‘LIGHT BEAMS’ y ‘PITCH BLACK’ -curiosamente, el primero describe más su vida actual, mientras el segundo es cronológicamente anterior. En una primera escucha parece que el segundo capítulo palidece frente a un primero que grita “bop” en cada canción, pero, al darle alguna más, se descubre que el segundo capítulo ofrece cosas muy distintas. Su potencial está en growers donde “la chica más triste de Suecia” no sube las pulsaciones de su corazón; está ocupada mostrándonoslo abierto en canal.

“It’s all fun and games ‘til it’s real” canta en ‘hey you got drugs?’, que cierra el disco. Coescrito con la conocida por su trabajo en ‘Blue Neighbourhood’ Alex Hope, el corte finalmente no es una ida de olla hedonista como pensábamos por su título, sino lo más cercano a una balada que ha hecho jamás (y bastante decente, por cierto). No, no ha resultado ser un tema para darlo todo en la discoteca, y no son drogas literales las que anhela en esa petición del título: en el paso al segundo capítulo, ‘PITCH BLACK’, nos la imaginamos volviendo a casa, a su cama, sola y rodeada de silencio (y de oscuridad, por supuesto). No en vano, aquí se encuentra una de sus canciones más personales -y mira que hablamos de Tove Lo-, ‘9th of october’: ya ha dicho que le costará mucho cantar en directo este tema sobre el día que cortó con la persona que inspiró casi todo ‘Lady Wood’. Habrá quienes la acusen de intensa, pero ella no sabe ser de otra forma cuando está sufriendo por amor -ya le gustaría ser como esa gente que pasa de un corazón a otro, dice en la más flojilla ‘bad days’.

‘Lady Wood’ tenía cohesión no solo en su concepto sino también en lo musical, algo de lo que su “segunda fase” se desmarca: la autora de ‘Moments’ comenta que quería experimentar y, además de meter aquí su primera balada y de recuperar algún que otro sonido más ‘Queen of the Clouds’, explora nuevos territorios, como pudimos adivinar con su lead-single. De la primera parte hablaremos luego, pero la segunda tiene toques de trap en la discreta ‘romantics’, un rollo Daft Punk en ‘struggle’ (grandioso ese “fuck some sense into me”) y coqueteos con el dancehall en ‘cycles’, que podría ser la prima (muy) oscura del “I’m dying to see how this one ends” de ‘Blank Space’. ‘cycles’ es, sí, la descripción de un círculo vicioso que ni el Eterno Retorno de Nietzsche, el círculo en el que está metida la sueca en cuanto a sus relaciones… pero también podría servir como una respuesta a quienes critican que se repita en sus temáticas: “I’m in a cycle, yeah I admit it (…) my life’s a cycle, don’t mean we ain’t true”. Incluso, con un punto de rebeldía ante los escandalizados: “elijo restregárselo en la cara a la gente aún más, la portada obviamente es una reacción a otras reacciones. Para mí es muy artístico, más que una foto de mi culo.”

El sonido del álbum, como hemos dicho, varía con respecto a los anteriores y, además de los coqueteos ya mencionados, en general se respira una atmósfera más disco -ya nos lo advierte nada más empezar en ‘LIGHT BEAMS’: de “Queen of the Clouds” a “Motherfucking Queen of the Discoteque”. Si en el otro capítulo nos la imaginábamos volviendo a casa, aquí podemos verla repitiéndose esa frase mientras se mira al espejo antes de salir… e inmediatamente nos llegan tres temazos. Primero la ya conocida ‘disco tits’ (ya hay -censurada- versión en directo

, por cierto), producida por The Struts al igual que la que viene a continuación, la pegajosa ‘shedontknowbutsheknows’, y luego la especialmente sexual (“lips, lick ‘em / pupils grow wide (…) “I sit on your face / I see you smiling, covered in me”) ‘shivering gold’. ¿Quién puede escuchar esta última sin acabar con el gancho “shiver, shiver, bittersweet that glitter” en la cabeza? No anda lejos en lo sexual la única que ya conocíamos, ‘Bitches’, que bien podría entrar en una de esas “playlists para follar”, y en la que el estribillo (“bitches, I don’t trust them / but they give me what I want for the night”) podría ser una referencia irónica a los “pretty boys” de ‘True Disaster’. Ali Payami está detrás de los toques cuasi-grunge de este corte, pero el sueco-iraní, que ya trabajó en ‘Keep it simple’, es responsable además de la también minimalista ‘dont ask dont tell’ y de la que es una de las mejores canciones que la sueca nos ha entregado en su carrera: ‘stranger’.

‘stranger’ tiene esa mezcla de euforia y miseria, ese “bailar llorando” que tuvieron grandes temas pop como ‘Dancing on my own’ y ‘Chandelier’, tiene el toque escapista de joyas como ‘There’s a Light That Never Goes Out‘ y tiene -sin esto no sería lo que es- la honestidad en la letra y la voz de una Tove que podría romper a llorar en cualquier momento durante estos cuatro minutos. Justo antes del glorioso instrumental final, grita “eres mi última esperanza, no me importa lo que hagas / dejo mi corazón abierto, voy a dejarlo para ti / puedes entrar en él / quiero un corazón que se sienta usado (¿quiero que me duela, quiero sentirme usada?) / sacia mi corazón / simplemente sácialo”. Casi nada. Nuestro compañero Raúl Guillén ya alababa en su debut la honestidad de sus letras, y cómo ella era un ejemplo de que esto podía alcanzarse en el pop y no solo en el rock. Su brutal sinceridad es clave, y es que ella misma dice que sus canciones son como su diario: “no es tanto un “¡me abrazo y acepto a mí misma!”, va más bien de admitir que mi vida no es siempre lo mejor para mí o para las personas involucradas en ella”.

Comenta la responsable de ‘Habits’ que con “blue lips” quería darle un sinónimo femenino al “blue balls” (el “dolor de huevos” al acumular mucha tensión sexual sin llegar a descargarla). El sinónimo “lips” se refiere, pues, a cómo una mujer puede quedarse con el calentón, pero, más aún, a la privación de la sexualidad femenina, que es por lo que un disco de alto voltaje como éste sigue impresionando tanto. Y es que, quienes encajan a las mujeres dentro de su binomio “monja o puta”, sin duda encajarán a alguien como Tove en el segundo grupo -y hay mucha gente que aún lo hace, lo cual implica que cantantes como ella, que se atreven a hablar tan abiertamente sobre sexo, son muy necesarias. Pero lo que hace tan especial a ‘Blue Lips’ no es su aspecto sociopolítico, ya que no es tanto el qué, sino el cómo: “en un sentido más profundo, la expresión “blue lips” va de intentar alcanzar la satisfacción, no solo la sexual, sino la vital”, aclaraba ella recientemente, y esa (in)satisfacción a todos los niveles está muy bien contada en este tercer álbum, que confirma a Tove Lo como una de las autoras pop más interesantes de la actualidad. Y es que este lince (“Lo” en sueco) de la composición consigue afinar su estilo más que nunca en este trabajo, lo que, unido a una cuidada producción, lo convierte en el mejor que ha editado. Esperaremos el siguiente mientras sigue buscándose a sí misma, y mientras abandera un lema que, si muchos lo han hecho, ¿por qué no ella?: sexo, drogas y pop & roll.

Calificación: 8,3/10
Lo mejor: ‘stranger’, ‘bitches’, ‘shivering gold’, ‘cycles’, ‘disco tits’, ‘hey you got drugs?’
Te gustará si te gusta: Banks, Icona Pop, Robyn, Iggy Pop, Lorde, la Madonna de ‘Erotica’, Chromeo, Flume, Sia, Hot Chip, Lykke Li
Escúchalo: Spotify

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Publicado por
Pablo Tocino
Tags: tove lo