Desde Valencia y con una media de 25 años, La Plata tienen algunas canciones que hablan de desencanto social y desarraigo. Es el caso de ‘Esta ciudad’, que comienza diciendo «estoy cansado y no puedo dormir, no tengo sueño / Creo que es por esta ciudad, le tengo asco», mientras el estribillo repite «sólo quería ver esta ciudad arder / perderme y nunca más volver a aparecer». Los ritmos agitados (frenéticos en el single ‘Miedo’ o ‘Me miras desde lejos’) y la duración de las canciones (2 o 3 minutos) son los propios del punk, al igual que incluso los títulos (‘Fracaso’, ‘Incendio’, etcétera).
También se parecen a los Smiths en casi todos los sentidos, como ellos mismos reconocen en las entrevistas. Carecen de la mordacidad de sus textos (Morrissey solo hay uno, por supuesto), pero son muy Smiths ciertos estribillos, las baterías e incluso algunas imágenes románticas, dependientes, entregadas a la adoración hasta llegar mucho más allá del patetismo. En ese sentido, una canción como ‘Tu cama’, de todo menos una balada, es una rareza en un disco que parecía más abstracto. «Quiero echarme a dormir otra noche en tu cama / No tienes que mirarme, besarme, ni nada / No tienes que fingir estar enamorada / Solo quiero quedarme dormido en tu cama», comienza diciendo. «Estoy confundiendo los sentimientos / no hay futuro en esta emoción», reconoce en el estribillo.
‘La Luz’, obligada recuperación de su primer 7″, suena como un tiro apareciendo inmediatamente a continuación en la versión digital; y también funciona estupendamente abriendo la cara B en la cuidada edición de vinilo, que incluye un parche en su portada (diferente a la digital). Y es que La Plata han hecho bien relegando los 3 temazos que ya conocíamos a la cara B, formando «highlights» en ella, pero ofreciendo otros nuevos en la cara A, como el pelotazo ‘Miedo’, muy claramente una de las mejores canciones de 2018, o esa ‘Me voy’ que tanto recuerda al Bowie de ‘Heroes’ y en la que vuelven a destacar los teclados del grupo, dotándoles de parte de su personalidad.
No consigo comprender el atractivo de ralentizar una canción de punk-pop que ya tenía más de 100.000 escuchas y era muy querida por su público, como han hecho con ‘Un atasco’, pero todo lo demás es acertado en este ‘Desorden’, bajo los respetuosos mandos de Carlos Hernández (Triángulo de Amor Bizarro). Voy a romper además una lanza a favor de la voz de Diego Escriche. Sin ser un portento -ni falta que hace en este género-, tiene un poso triste y melancólico idóneo para transmitir la desesperanza de la vida cotidiana, que también se percibe o se percibía en los vocalistas de Juventud Juché, Los Claveles o Parálisis Permanente. Una voz modesta pero con el poder de meterte en su canción en un segundo: todos somos Diego Escriche cuando canta «ya no estoy contento, paso de esperar / solamente pienso en mi cama y en follar».
Calificación: 8,2/10
Lo mejor: ‘Miedo’, ‘Me voy’, ‘Tu cama’, ‘La luz’, ‘Esta ciudad’
Te gustará si te gustan: los Smiths, Décima Víctima, Parálisis permanente, también la urgencia de los primeros Strokes y Franz Ferdinand
Escúchalo: Spotify.