Música

Titus Andronicus / A Productive Cough

Tras un disco tan superlativo a todos los niveles como ‘The Most Lamentable Tragedy’, publicar un álbum a la altura o que lo mejorara no era un reto sencillo para Patrick Stickler y sus colaboradores. Por desgracia, esta vez no podemos decir que lo haya logrado –como sí en anteriores ocasiones–, pero en el viaje vuelve a dejar unas cuantas muestras de su ya innegable talento tanto a la hora de componer canciones que alternan folclore y punk de una manera singular, mientras esputan poesía urbana ultrarrealista a la altura de pocos músicos contemporáneos. Y escribo esputar a conciencia, parafraseando esa “tos productiva” que bautiza el quinto disco de estudio de Titus Andronicus y que caracteriza el áspero timbre de voz de Stickler.

En su nota de prensa se desliza que ‘A Productive Cough’ es un disco de baladas, lo cual no solo es engañoso: el disco tiene 7 cortes en su edición digital –6 en la física, que no incluye la prescindible/previsible apropiación de ‘Like A Rolling Stone’ de Bob Dylan– y solo la mitad lo son. Lo que el de Nueva Jersey quiere decir es que, en este caso, ellas se convierten en los números principales (“piedras angulares”, dice literalmente) de la obra. Lo es, por ejemplo, ‘Number One (In New York)’, que abre el álbum como una catártica letanía coral, 8 minutos en constante expansión que suenan al canto de un batallón de la Guerra Civil norteamericana avanzando hacia la lucha (21 músicos, los que han colaborado en total en el álbum, son casi un batallón, de hecho). Y es que, en cierta medida, la victoria de Trump –veladamente aludido en la canción– ha supuesto un enfrentamiento fratricida, desde el punto de vista ideológico y moral, en su país.

En una línea similar, aunque incluso más emotivas gracias sobre todo a las preciosas armonías vocales de la cantante Megg Farrell, ‘Crass Tattoo’ (que, aunque la canta Megg, habla sobre lo que significa para él el tatuaje con el logo del grupo punk británico

que Patrick luce en su hombro derecho) y ’Mass Transit Madness (Goin’ Loco’)’, que cierra el álbum, son melódicamente más poderosas que aquella.

Sean o no lo más importante del álbum, no parecen los tempos lentos las canciones que más vayan a perdurar en nuestra mente de ‘A Productive Cough’. Personalmente, encuentro más memorables –aunque sin alcanzar su vertiente más punk– las agitadas: ’Real Talk’, henchida de distorsión, metales y coros gospel, es una suerte de blues soleado a lo Woody Guthrie que Stickler emplea para retratar, con gran sentido del humor, la zozobra política y social de Estados Unidos; mientras que el rock stoniano de ‘Above The Bodega (Local Business)’ posee tintes de clásico para Titus Andronicus, con su estructura acumulativa y su descacharrante letra sobre cómo el tipo de la tienda de ultramarinos bajo la casa de Stickler sabe más sobre él que su propia familia o amigos. Dos dianas en contraposición al que no se puede decir que sea el gran tema punk de la hornada: ‘Home Alone’ ruge muy fiero, pero su letra de tres frases es tan vacua y sonrojante que no apetece repetir.

Y es que, aun teniendo unas cuantas buenas canciones, ‘A Productive Cough’ destaca más por la riqueza de un sonido llevado a cabo por Kevin McMahon –los ecos y los silencios conforman una grabación que resulta casi tangible– que por lo que la obra en sí supone para la historia de Titus Andronicus. Como decía, esta vez no se superan a sí mismos, pero la enorme personalidad y el genio compositivo de Stickler, aun emergiendo a ráfagas, son suficientes para situarla en la notable media de su carrera.

Calificación: 7,3/10
Temas destacados: ‘Real Talk’, ‘Above The Bodega (Local Business)’, ‘Mass Transit Madness (Goin’ Loco’)’
Te gustará si te gustan: tanto Woody Guthrie como Germs.
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Publicado por
Raúl Guillén