Cine

‘100 películas sin las que no podría vivir’: construyendo a Ricardo Cavolo

Ricardo Cavolo, uno de los ilustradores más importantes del país, ha publicado recientemente un libro llamado ‘100 películas sin las que no podría vivir’ compuesto de 100 ilustraciones hechas a mano sobre los 100 films favoritos del autor, acompañados de otros tantos textos, también escritos a mano, con notas y anécdotas personales sobre esas películas. Antes, ya había editado, entre otras cosas, ‘100 artistas sin los que no podría vivir‘. La editorial Planeta presenta el proyecto como «un libro para cinéfilos», y él, más modestamente, indica desde el principio que esta «no pretende ser una guía de las mejores películas de la historia». Advierte repetidamente: «más allá de lo que suponen en la historia del cine, son importantes por lo que significan para mí» y más aún, previene: «algunas de vuestras preferidas no estarán en esta selección, y tal vez no entendáis por qué. Pero esta lista es así porque es el ADN de una sola persona: yo».

Los rasgos identificativos de los dibujos de Ricardo Cavolo son el uso de fuego («porque en la escena está sucediendo algo importante, interesante, tanto que surge fuego», decía en esta entrevista) y de muchos ojos («para animar o dar más vida a las personas o a los elementos que los rodean»). Ambos aparecen en estas 100 ilustraciones (en realidad hay alguna más). Frente al libro, es todo un divertimento mirar directamente a la página derecha para tratar de averiguar, sin el uso de las palabras, de qué mítica cinta nos habla en la página izquierda. Por un lado, las ilustraciones de ‘Grease’, ‘Batman’, ‘Sin perdón’, ‘Dracula’ o ‘Maria Antonieta’ son para enmarcar. Por otro… inmersos en las 300 series de Netflix y Movistar, y en las 100 películas modernas interesantes de Filmin, ¿qué clásico del cine de los 70 me dejé por ver y ya probablemente nunca se cruce en mi camino si no es por libros como este?

La reafirmación de las propias ideas o el descubrimiento de viejas películas son inevitables en este libro. Eso sí, pese a su supuesta falta de ambición antológica, es imposible no apuntar cuáles son las ausencias más sonadas de ‘100 películas sin las que no podría vivir’ si realmente es un «libro para cinéfilos». Si comenzamos con ‘Viaje a la Luna’, ya llama la atención la ausencia de ‘El Acorazado Potemkin’ o, décadas después, de Leni Riefenstahl. David Lynch, Pedro Almodóvar, Luis Buñuel o Luis García-Berlanga, por poner unos cuantos ejemplos, no parecen santo de su devoción, como tampoco películas de la sensibilidad de ‘Los puentes de Madison’, ‘El paciente inglés’, ‘Tomates verdes fritos’ o ‘Brokeback Mountain’. Curiosamente, pese a que la selección de ‘Drive‘ y ‘Donde viven los monstruos‘, el amor que profesa hacia Sofia Coppola y la importancia que le da a ‘Little Miss Sunshine’, parecen inclinar la balanza hacia lo que se suele maldenominar «hipster», no le gusta mucho la Nouvelle Vague (no está la obligada ‘Jules et Jim’) ni Haneke ni Lars Von Trier.

No obstante, Cavolo sí muestra sus mayores debilidades hablando de ‘La vida es bella’ («si la película me emociona, lloro, y con esta me hincho a llorar»), dejando citas muy particulares sobre ‘El apartamento’ («no se ha vuelto a crear una historia de amor tan bonita como esta»), ‘Espartaco’ («soy de izquierdas, joder, ¿cómo no voy a amar esta historia?»), ‘¿Quién engañó a Roger Rabbit?’ («aún guardo la esperanza de encontrarme por sorpresa algún dibujo animado por la calle»), ‘El tiempo de los gitanos’ («tuve una familia gitana diez años»), ‘Haz lo que debas’ («sigo queriendo ser negro») y muy especialmente distintas cintas de Wes Anderson. Cuando se aprecia claramente qué películas han ido conformando su propia estética, naíf y colorida, pero algo violenta e inquietante a la vez, es cuando la edición de este libro («to be continued?») se hace más necesaria. 7. Disponible en Amazon.

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Publicado por
Sebas E. Alonso