El caso es que, ante la invitación de un canal chino para participar en ‘Singer 2018’, un talent-reality-show de cantante profesionales en el que ella era la única occidental. Jessica Cornish aceptó y aparcó la publicación de su cuarto álbum de estudio (en principio, llamado ‘R.O.S.E.’), del que llegó a avanzar hasta 4 temas a lo largo del pasado año.
Lo cierto es que su decisión, por estrambótica que parezca, la ha convertido en una estrella en un mercado tan suculento como el chino. Por ejemplo, en el emocionado texto que ha subido a Instagram para agradecer su paso por el programa y el cariño recibido, asegura que “un billón” (1.000 millones, en nuestra escala numérica) de espectadores vieron su interpretación final, la que le dio la victoria.
Como ya había hecho anteriormente en el concurso, en esta ocasión volvió a escoger un tema popularizado por Whitney Houston, en este caso el megaéxito de la BSO de ‘El guardaespaldas’, ‘I Will Always Love You’. Y, de nuevo, demostró que posee una voz portentosa, capaz de emular el fantástico registro vocal de la norteamericana. Como dice la propia Jessie, ella ha abierto el camino a otros artistas occidentales. Que pase el siguiente…