Uno de ellos fue ‘Verano azul’, la serie rodada en Nerja a principios de los 80 que se convirtió en un emblema para al menos dos generaciones, gracias a las incontables reposiciones de RTVE de sus escasos 19 capítulos. ‘Verano azul’ parecía una serie familiar, un pasatiempo intrascendente, pero como tantas películas de Éric Rohmer y la Nouvelle Vague, se servía de un entorno vacacional solo para reflexionar sobre el amor y los sinsabores de la vida.
No exento de un humor apto para todos los públicos, el guión supuso el descubrimiento para niños y adolescentes de la época de que la propia muerte acecha y de que las cosas se acaban, tratando temas tan dispares como el nudismo, el desarraigo social, el trauma de perder a tu familia en un día de lluvia a causa de un accidente de tráfico o simplemente mostrando lo que era un guateque. «Del barco de Chanquete no nos moverán», el episodio de la «gruta de los ojos de Beatriz» y su metáfora sobre el despertar del amor, la voz de Pancho acercándose poco a poco gritando «Chanquete ha muerto» y la introducción del ‘Final del verano’ del Dúo Dinámico
mientras Pancho corre detrás del coche de Julia a sabiendas de que las cosas jamás volverán a ser como antes, forman parte sin duda de la historia de la televisión española.Una década después, Mercero batía récords de audiencia desde Antena 3 en ‘Farmacia de guardia’, cuando entonces no sabíamos que la sitcom de 30 minutos iba a ser un formato tan en desuso y añorado en nuestro país. Inspirado por ‘Juzgado de guardia’, cuyo juez protagonista Harry Anderson también fallecía hace unos días, Antonio Mercero creó una comedia familiar seguida semana tras semana por 7 millones de espectadores y dejando una serie de cameos inolvidables.
Mercero, que había recibido la Concha de Oro del Festival de San Sebastián al mejor cortometraje, también es recordado por el mediometraje ‘La cabina’, lleno de dobles lecturas e interpretaciones, y una de las mayores ralladas que se recuerdan en el cine español, inspirada por Kafka y con el protagonismo de José Luis López Vázquez ; e igualmente fueron muy conocidas ‘La guerra de papá’, ‘Buenas noches, señor monstruo’ o más recientemente ‘Planta 4ª’. En 2010 le fue concedido el Goya de Honor.