Pero lo suyo no es, en todo caso, el revival ni la nostalgia sino más bien una furia e inmediatez desbocadas que recorren sus 13 cortes, exceptuando, claro está, la ¿balada? que da nombre al disco y la bonita ‘Velvet Love’, cuyo polémico vídeo tuvimos el privilegio de estrenar en nuestra web y que es, a la postre, uno de los momentos más destacables del disco.
El resto –destacando quizá ‘Crazy Mama’ y ‘The Other’, por sus pegadizos ganchos, ‘I Wonder’ y ‘No Control’, por sus furiosos riffs, y ‘Depressure’, por su singularidad– pasa por nosotros como una masa de energía, vibrante y sin aparente control que invita al pogo desenfrenado. Su inmediatez invita a disfrutarlo de cabo a rabo, más por su conjunto que por sus singles/no singles, si bien se echa de menos alguna melodía que nos devuelva a la mente este disco, que nos pida volver a él con insistencia. En todo caso, tampoco parece el propósito principal de una propuesta que no busca la originalidad –con la fuerte personalidad de Adriana en la voz y las seis cuerdas ya les da de sobra– y que parece destinada a explotar en directo, donde no habrá reminiscencias, herencias e influencias que valgan. Sólo punk rock para poguear, nicho casi olvidado en nuestro panorama independiente y del que podrían ser nuevos abanderados.
Texxcoco actúan este sábado, 26 de mayo, en Tomavistas Festival 2018, en Madrid.
Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘Velvet Love’, ‘The Other’, ‘Crazy Mama’, ‘Depressure’
Te gustará si te gusta: el indie de los 90 más punk, el punk pop más colorido.
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