Aunque en un primer lugar, Musk sostuvo en declaraciones a Business Insider no “conocer a Azealia Banks ni haberse comunicado con ella de ninguna manera”, dando a entender que la rapera jamás había estado en su casa (que es en realidad un complejo de cinco mansiones), o al menos que ambos no coincidieron, en una entrevista con The New York Times reconoce que vio a Banks delante de su casa el viernes por la mañana “durante dos segundos”, cuando él salía del gimnasio y ella se marchaba. Musk afirma que Banks se encontraba demasiado lejos para que ambos pudieran oírse, por lo que no confirma que Banks estuviera dentro de su apartamento ni mucho menos que se pasara ahí dentro “días” esperando a Grimes, como la rapera sostiene. Sin embargo, fuentes cercanas a Musk confirman a The New York Times que Grimes efectivamente había invitado a Banks a casa de Musk, pero que hubo un malentendido con los planes y que justo ese día Musk y Grimes viajaban fuera de la ciudad. Musk niega “absolutamente” el uso drogas que le atribuye Banks.
La historia hace aguas por ambas partes. Por un lado, Banks afirma no solo haber estado dentro de casa de Musk, sino haberle visto “en la cocina” hablando por teléfono, “estresado, con la cara roja y hurgando en busca de inversores, con la cola entre las piernas” tras anunciar en Twitter que se planteaba privatizar Tesla. Además, según Banks, el empresario estaba emocionado por conocerla pues “es un gran fan de ‘Anna Wintour’”. Sin embargo, Musk sostiene que apenas vio a Banks durante unos segundos delante de su casa, nunca dentro, y que a duras penas la reconoció (de forma hilarante, la rapera apuntó que haber estado dentro de la casa de Musk había sido como “vivir un episodio real de ‘Déjame salir‘”). La tercera parte implicada en la historia, Grimes, no ha hecho declaración alguna por ahora, si bien varias personas en Twitter aseguran que Musk y Grimes ya no se siguen en Instagram.
Mientras, esta noche El País ha publicado un artículo sobre las últimas noticias de Elon Musk en el que cabe una mención a “una rapera llamada Azealia Banks” cuya credibilidad es “nula” pues la artista es “tan grosera que le han suspendido la cuenta de Twitter”. Eso sí, en el texto se apunta que la explicación dada por Musk originalmente tampoco es “del todo convincente”.