Música

Death Cab For Cutie / Thank You For Today

Tenía que llegar. La versión indie del A.O.R. (¿A.O.I.R.?), el middle of the road de nuestros días. Y, junto con Band Of Horses y quizá Okkervil River, nadie parecía mejor situado para ocupar ese espacio que Death Cab For Cutie. Por supuesto lo digo con toda la acritud del mundo, enmarcándose en perfecta progresión, disco a disco, en un espacio artístico tendente al adocenamiento y la autocomplacencia más desoladora. Duele, viniendo de los autores de ‘Transatlanticism’, verles convertidos en los Mike & The Mechanics de su generación. No es que sea la tónica general de ‘Thank You For Today’ –noveno álbum del grupo, primero sin las guitarras de Chris Walla–, pero sí ocurre en canciones tan melifluas como ‘Your Hurricane’, ‘You Moved Away’ y, muy especialmente, una ‘When We Drive’ que viene a ser la “vampirización” que un anuncio de automóviles haría de ‘Heroes’ o ‘With or Without You’.

Afortunadamente, aunque la sombra de los Coldplay más ñoños vaya y venga intermitentemente a lo largo de todo el disco, tan sólo esos son los peores momentos de un disco que el propio Ben Gibbard reconoce como “de transición”: sin Walla, el 50% de The Postal Service tenía que ver cómo se manejaba como comandante de una nave que cuenta con dos nuevos tripulantes a bordo (los músicos de directo (Dave Depper y Zac Rae, a guitarras y teclados, indistintamente).

Si algo está claro es que ‘Thank You For Today’ deja atrás la complejidad y las capas sonoras, y que es su álbum de más fácil de asimilar, para lo bueno y lo malo. Y es que aún hay espacio para buenas canciones, entre las que tampoco se incluyen ni el single ‘Gold Rush’ –bastante limitado melódicamente, tras la alharaca pseudo electrónica del sample de Yoko Ono– ni una ‘Near/Far’ que, aunque pegadiza, parece querer evocar la radiofórmula de los 80 a lo emular en lo sonoro a The War On Drugs para acabar cayendo en territorios de (¡glups!) Steve Winwood. Sin embargo, sí son muy apreciables temas en los que se filtra una herencia bien digerida de New Order, los U2 de ‘War’ o los The Cure y Echo & The Bunnymen que se asomaban a la luz solar:‘I Dreamt We Spoke Again’, ‘Summer Years’, ‘Autumn Love’ y, muy especialmente, una ‘Northern Lights’ con los agradecidos coros de Lauren Mayberry (Chvrches) certifican que estamos ante el autor y los intérpretes de temas como ‘Soul Meets Body’, ‘The New Year’ o ‘Title and Registration’. Pellizcadme.

Otro aspecto en el que Gibbard muta, en este caso para mejor, es en unas letras que destacan por su economía del lenguaje, con frases sencillas y directas que no pretenden enterrar ningún mensaje cifrado. Al contrario, es fácil empatizar (especialmente, obvio, si cumples con el patrón humano indicado) con las inquietudes de una persona cis-blanca-hetero-occidental en los albores de sus 40: el fantasma de relaciones pasadas, las amistades como ancla, el resquemor por las pequeñas decisiones que nos abocan a estar donde estamos, la añoranza por los espacios físicos en mutación de una ciudad que nos conectan con el pasado, la caída de los héroes de juventud cuando se muestran tan humanos como nosotros– están plasmadas con una claridad aplastante. Cierto es que la línea que separa lo naíf de lo vergonzante es muy fina, y Ben la supera en varios momentos (el elogio a los amigos de ‘When We Drive’, ese “las estrellas son grietas en el techo de la noche” de ‘Your Hurricane’). Pero a grandes rasgos ese es de los pocos cambios a mejor en un ‘Thank You For Today’ que, en su tibieza generalizada, es un disco que se deja escuchar pero que no remueve nada por dentro.

Calificación: 6,2/10
Lo mejor: ‘Northern Lights’, ‘Summer Years’, ‘I Dreamt We Spoke Again’, ‘Autumn Love’
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Escúchalo: Spotify

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Publicado por
Raúl Guillén