Su origen curiosamente fue «un viejo Fender Dual Showman desajustado, un timbal y una caja» y fuera como por casualidad o no, lo cierto es que tiene el gancho del rock’n’roll clásico en la onda de los Rolling Stones más asequibles o el primero de los Strokes. Aunque el acabado de la producción y la mezcla no es tan “pro”, la canción, por estructura y letra no puede ser más disfrutable desde su costumbrismo (“Hija de un minero, anarquista, combativa, destrozaba el corazón a los hombres de la mina”), haciendo de ese “Ella parecía normal pero al conocerla descubrí que era munición y yo un detonador / sabíamos que aquello no era amor” un gran estribillo.
Para complementarlo, se ha realizado un barato pero muy simpático videoclip que lleva 240.000 visualizaciones en tan solo 2 semanas, gracias a su desarrollo en plan plano secuencia con sorpresas.