Música

La M.O.D.A.: «Hay artistas aportando cosas nuevas, y otros van detrás. A nosotros nos da igual saber si estamos delante o detrás»

Totalmente fascinado por el fenómeno La M.O.D.A., uno de los grupos con más festivales del país este verano (más de 20), cuando desde Promo Sin Fronteras (Amaral, Vetusta Morla) me ofrecen entrevistar al grupo, no me lo pienso. Han sido top 10 de ventas en España, presentan ahora un nuevo EP de 3 canciones grabado junto a Steve Albini (Nirvana, Pixies, PJ Harvey) y sin duda se están convirtiendo en un grupo generacional desde la independencia y al margen de la industria (siguen viviendo en Burgos, de donde son).

David (en el centro de la imagen) acapara el 90% de la conversación, pues para algo es la voz de la banda, y se presenta consciente de que La M.O.D.A. no han tenido críticas buenas en nuestro site, salvo en directo. Contra todo pronóstico, es un entrevistado deslenguado y divertido, a veces contradictorio, pero nunca ceñido al ocultismo de otros grupos de éxito, entrenadísimos para evitar generar titulares. Camela: es de los que se aprende enseguida el nombre del/la periodista y se dirige a él/ella por su nombre; y con el que, en contra de lo que puede parecer en un par de momentos, me habría quedado hablando toda la tarde de urban, mainstream, doom metal, Celtas Cortos y Rosalía. También están presentes en la entrevista, que tiene lugar en una terraza de la Plaza San Ildefonso (Madrid), Nacho (guitarra) y Jose (acordeón y coros), menos parlanchines, pero con las ideas muy claras. Foto: Alex Rademakers.

Este EP presenta un cambio de sonido, ¿es intencionado?
David: “Sí. Teníamos 3 canciones nuevas y veíamos que había bastante diferencia: no había clarinete, no había banjo, no había mandolina, que es el sonido que más nos ha caracterizado. Teníamos estas canciones más crudas, cortas, potentes, con más guitarra eléctrica, y pensamos que necesitábamos otra persona para grabarlas. Al tocar en Ruido Fest en Chicago pensamos en trabajar con Steve Albini y cumplir una fantasía, creo que de muchos grupos. Le mandamos unas canciones y le cuadró. Ha sido la persona y el estudio adecuados para sacar esta grabación en analógico, que marca un antes y un después con respecto a cómo hemos grabado”.

¿Le habíais tirado ya la caña antes como productor?
D: “Es imposible de plantear para nosotros, sin discográfica, una grabación de 7 personas allí durante 15 días… por eso esto era perfecto. Eran solo 3 temas, grabamos en un día, tocando a la vez, mezclamos en otro y nos sobró otro que nos devolvió (NdE: el dinero). Es muy currante. No come mientras trabaja, llega a las 10.00 y se va a las 22.00, está enfundado en un mono azul oscuro, el típico de las películas americanas. Pregunta todo, no se mete en nada de las composiciones, quiere que mezcles allí con él y te obliga a tomar las decisiones. Te dice “I don’t have an opinion”. Gorka de Berri Txarrak y Jorge de La Habitación Roja nos han dicho que han salido marcados de trabajar con él y creo que nosotros también”.

¿Él había escuchado vuestra música y no os dijo si le gustaba o no?
D: “Él te dice sí o no: si le cuadra. Te pide 3 canciones. Pregunta qué tipo de grupo es, si está en una multi… y decide con quién trabaja y con quién no. Nos dijeron que curra como 2 días a la semana, la mitad del mes. No anda pillado”.

¿Erais especialmente seguidores de Steve Albini?
Nacho: “Somos muy melómanos, habíamos visto documentales, entrevistas, el primer capítulo de la serie de documentales de Dave Grohl es el de Chicago con Steve Albini. Fue muy majo. El estudio es increíble. Fue una gozada”.

“Le pusimos a Steve Albini el primer single de lo nuevo de Rosalía, y a los 5 segundos o 7 nos obligó a quitarlo. Puso una cara bastante poética”

¿Qué creéis que vio en vosotros?
D: “No lo sabemos, las bandas españolas con que ha currado son muy diferentes. Grabó también con 12welve, que no tiene nada que ver. Yo creo que a él le gusta tratar a todo el mundo por igual, le da igual Metallica que Camela. Sí que nos pasó una anécdota muy divertida. Nos preguntó por música española, por flamenco. Le pusimos el primer single de lo nuevo de Rosalía, y a los 5 segundos o 7 nos obligó a quitarlo. Puso una cara bastante poética”.

¿Igual no le gusta el pop?
N: “Más bien el pop con el flamenco”
D: “Justo no le ha gustado Rosalía”.

¿Qué canciones vuestras le pasasteis para que escuchara?
D: “No lo pensamos mucho: ‘Los Lobos’… y no me acuerdo. ‘Héroes del sábado’, por mandar una antigua, una más rapidilla, y otra nueva”.

Os la jugabais un poco, ¿no?
D: “Uno no puede gustarle a todo el mundo. Si nos dice que somos los mejores tampoco nos lo vamos a creer, así que si no le mola, no vamos a dejar de tocar. Tampoco es que haya cambiado nuestra vida que a Steve Albini le gustemos. Ha sido la hostia por grabar con él, pero si no le hubiera gustado, no habría pasado nada».

¿Qué disco producido por él os ha gustado más?
D: “Me gusta uno de Slint, creo que se llama ’Spiderland’, soy muy malo con los nombres, el de la portada de los lagos. El disco de Berri con Albini tampoco me mató, aunque somos seguidores. Era muy cañero y crudo pero no era una cosa… De Nirvana el de después de la piscina suena increíble. Algún disco de PJ Harvey, Pixies… pero sobre todo del rollo de bandas de Washington que tanto han influido en BCore y Santi García. Con Fugazi no ha llegado a grabar, pero el 80% de ese sonido lo ha grabado él”.
N: “Su marca es el sonido tan clave de las baterías…”

¿Este cambio de sonido es decisivo para vosotros de cara a vuestro próximo álbum?
D: “No, es aislado, puede que no tenga nada que ver con esto. Por cómo han salido estas canciones de manera natural veíamos que se podían agrupar, pero solo muestra una cara más del grupo. Siempre hemos intentado no repetirnos, nos gusta sorprender a nuestros seguidores, sorprendernos a nosotros mismos y cubrir diferentes aspectos o espectros de sonido que nos llegan”.

La primera canción del EP, ‘El camino’, es la más diferente a lo que hacíais, ¿no?
D: “La primera la vemos la más parecida, por el saxo”.
N: “Por eso la metimos la primera, para no asustar”.
D: “Es la que más nos recuerda a Springsteen”.

Yo veía más típica vuestra ‘Colgados del sol’.
J: “Quizá te recuerda más por el acordeón, por la instrumentación”.
D: “No hemos intentado que sea rupturista tampoco, creo que somos una banda reconocible por el sonido”.

‘Altamira’ ha estado entre las canciones “trending” en Youtube España. No sé si estáis pendientes alguno de estas cosas.
J: “Sobre todo yo, pero es por estar actualizado. No significa nada, es una curiosidad más”.
N: “Tiene menos visitas que otros temas que están ahí”.
J: “Es algo anecdótico”.

“Hay artistas que sí creo que están aportando una forma nueva de entender la música, o una mezcla de sonidos que no se había hecho y luego hay otros que van detrás. A nosotros nos da igual saber si estamos delante o detrás. Eso os interesa a los medios”

Tendrá menos visitas porque lleve pocos días en “trending” (o porque no se vea mucho el vídeo fuera de España), pero es una anomalía entre todo lo latino y el urban, no hay tías medio desnudas: significa que os va muy, muy bien.
D: “Si esa es la visión, es muy positivo. Un grupo que no tiene discográfica, que no está entre los sonidos que se están escuchando más: el reggaeton, el latineo malo -que hay latineo bueno-, lo que sale en Los 40, lo que los medios habéis llamado música urbana –que nosotros en música urbana metemos a Erik Urano y nos flipa lo que hace–… No se trata de rechazar un género, pero hay una música que está de moda, que cuando teníamos 15 años era lo que llamábamos nosotros el rock calimochero, y ahora está la música urbana. En unos años quedarán los artistas originales y los que han copiado se irán, como se ha ido mucha gente que ha copiado a Extremoduro. En su día fue Mecano y en el día de mañana será… ¿Por qué sonríes?” (risas).

Estoy esperando a que acabes.
D: “Pero estás pensando algo tú, ¿eh? ¿Qué estás pensando? ¡Dímelo! (risas)”.

¿Vosotros no estáis entre los que copiáis?
D: “Yo no he dicho copiar”.

Claro que lo has dicho…
D: “No, no jodas. Claro que no estamos entre los que copiamos. En 2013 Yung Beef sacó una canción y hay peña que hace esa canción en 2018. A eso me refiero. Nosotros no hemos inventado la rueda, y nos da igual lo que piense la peña. No queremos que Spotify nos firme un contrato o nos ponga una lona o que un medio diga de nosotros que somos la última maravilla de nosequé o que la ex novia de Cristiano Ronaldo se haga un Stories con nuestra canción. Lo nuestro va por otro lado. No es mejor ni peor: estamos acostumbrados a otro camino y todo eso nos queda lejano. Observamos, vemos lo que la gente hace bien o lo que hace mal, porque se puede aprender de casi todo el mundo. Pero es otro lenguaje, como si yo ahora mismo te hablara en ruso.

Hay gente que solo mira la novedad. No la propuesta en sí. Hay artistas que sí creo que están aportando una forma nueva de entender la música, o una mezcla de sonidos que no se había hecho y luego hay otros que van detrás. A nosotros nos da igual saber si estamos delante o detrás. Eso interesa a los medios y se ve mejor desde fuera, si Banana Bahía Music ha cambiado la música de este país o si ha sido otro, o si les han copiado o ellos han copiado al guiri… es un debate más de internet y la gente que hacemos música estamos más a otras cosas, más a escuchar ese disco que a tener una opinión sobre él”.

«No queremos que Spotify nos firme un contrato o nos ponga una lona o que un medio diga de nosotros que somos la última maravilla de nosequé o que la ex novia de Cristiano Ronaldo se haga un Stories con nuestra canción. Lo nuestro va por otro lado. No es mejor ni peor»

¿Vosotros consideráis que aportáis cosas nuevas?
D: “Consideramos que nos expresamos de forma honesta sin fines comerciales. No sé si estamos aportando algo, eso corresponde decirlo a los medios o al público”.

¿Hay algún grupo con el que estéis hartos de que os comparen?
D: “No. Estamos centrados en componer, ensayar y tocar. Cuando haces 100 bolos por gira no estás pendiente de esas cosas”.

No salisteis en el Cachitos indie, no sé si lo visteis…
N: “Hemos visto varios, pero este no, porque nos teníamos que levantar a las 6 de la mañana para venir aquí” (Madrid).

“Lo mismo estamos con Los Chikos del Maíz que con Kaos Urbano y Taburete. No sabemos por qué pasa, pero no tenemos ese sectarismo de querer pertenecer a una escena (…) Son muy aburridas las etiquetas y las comparaciones que hacéis los medios”

No me esperaba que pusieran a Vetusta Morla de “torp 1 de lo indie”, pero también salieron Izal. ¿Os habría sorprendido veros ahí?
D: “No nos sorprende ya nada. No sabemos dónde caer o dónde colocarnos. Tocamos en Sonorama, luego en Cruïlla y luego en Aupa Lumbreiras, un festival de punkis de Murcia. Para mí es muy positivo. Lo mismo estamos con Los Chikos del Maíz que con Kaos Urbano y Taburete. No sabemos por qué pasa, pero no tenemos ese sectarismo de querer pertenecer a una escena. Lo mismo escucho a Javier Colina que a Delorean con Mikel Laboa o a Social Distortion. Son muy aburridas las etiquetas y las comparaciones que hacéis los medios. O de repente el grupo que entra por el ojito derecho a la prensa, que suele ser cuando no le va bien comercialmente”.

Por nosotros no lo dirás. A mí ahora es cuando más me gustan Vetusta Morla.
D: “Pero tú no eres todos los medios. Lo digo por las etiquetas en general: “eres indie, jazz, flamenco”. Hasta a Rosalía le ha salpicado esta historia”.

¿Habéis tocado con Taburete?
D: “Hemos coincidido en Salamanca, vinieron a saludarnos después de un concierto”.

¿Y qué tal?
D: “Sin más. Al acabar solemos hablar con el público, en el merch(andising). Taburete son educados, agradables, respetuosos. Somos dos mundos diferentes, creo que ellos han ido a otro tipo de colegios, han tenido otros cumpleaños, otras amistades (risas). Y ahí queda. Sin más”.

Creo que podéis compartir algo de público, ahora que los has mencionado.
D: “No estoy nada de acuerdo”.
N: “Es gente joven, de edad parecida…”
D: “Para empezar, ideológicamente es incompatible. La línea está clara en las letras, en las entrevistas, con quién firmamos, cuánto valen las entradas de nuestros conciertos, los conciertos gratuitos que hacemos… Aun así, te sorprendes a veces y no puedes elegir el público que te escucha. Pero nosotros podemos estar muy tranquilos porque tomamos todas las decisiones: qué diseñador hace la portada, qué fábrica los vinilos, qué importancia le damos a los vídeos cuando la gente le da más importancia ya que a las canciones…”

«Echamos de menos en esa música latina que tiene tanta audiencia, 30 millones de visitas en un día, un mensaje»

Sí que hay una carga social en vuestras letras, por ejemplo en una de las nuevas, ‘Altamira’. ¿Qué quiere decir la frase “se han dicho tantas cosas y a la vez ninguna”?
D: “No es una crítica a los demás, los primeros seríamos nosotros. Surge de la importancia de lo que hacemos. Estoy dedicando a esto mis mejores años, ¿pero qué está aportando? ¿Es todo pose, palabrería y no sirve de nada? No es ego sino ser autocrítico e intentar que lo que uno haga sirva, seas un artesano haciendo mesas, la persona que nos ha puesto la caña o lo que tú escribas. Una canción acaba y la Tierra sigue girando de manera diferente a cómo todos querríamos, cuando todos los que estamos en esta plaza estamos de acuerdo en mensajes antirracismo, antihomofobia, que no haya gente muriéndose de hambre mientras otros tienen un yate… Echamos de menos en esa música latina que tiene tanta audiencia, 30 millones de visitas en un día, un mensaje. No digo “hay que mojarse”, pero a veces se echa de menos entre tanto cochazo, pibón, Instagram, pibe musculado, bailes, conciertos gigantes de Beyoncé, coreografías, luces… todo eso muy guay, ¿pero qué le estamos diciendo a la gente? ¿Que le vas a decir a ese chaval cuyo padre no tiene dinero para pagarle las clases de baile? ¿Que la única manera de triunfar es convertirse, entrar en una multinacional, operarte…? Esa canción surge de ahí para tocar también el tema de la censura y la autocensura.

Aunque no seáis Beyoncé, vuestros conciertos resultan bastante visuales, ¿de quién fue la idea de vestiros todos iguales?
D: “Fue de todos. No somos tontos: las cosas entran por los ojos. Nos gustaba para no dar más importancia a ningún componente. Flipé al ver Social Distortion, igual que la gente ha flipado con Kraftwerk en otro estilo. Queríamos dar esa sensación de bloque, de unidad. Es una prenda (una camiseta blanca de tirantes) que está en las antípodas de estar de moda, es bastante barata y la puede llevar una profesora de filosofía o el panadero de mi barrio».

¿A todos os pareció bien?
D: “Sí”.

«Nadie sabe cómo nos llamamos ninguno, nadie nos reconoce y el mensaje es el de la música, quitar artificio»

Pero deja a los demás hablar…
(risas)
N: “Yo no tuve que estar en esa decisión, soy el único que ha tratado más tarde, pero siempre les he dicho que no tienen conciencia del acierto que ha sido. Salimos a tocar y somos un equipo. Me encanta esa sensación y la gente lo recibe de esa manera. Nadie sabe cómo nos llamamos ninguno, nadie nos reconoce y el mensaje es el de la música, quitar artificio. Llevamos luces pero pocas y está todo tocado en directo. Nos gustan también otro tipo de espectáculos, U2 cada vez renuevan el escenario, intentan innovar en cada gira, y Beyoncé tiene músicos brutales, pero nosotros queremos que (sólo) las canciones hablen”.

¿Decís que está todo tocado en contraposición a alguien?
N: “A mogollón de grupos”.

¿Os referís al abuso de coros pregrabados?
N: “Y secuencias. Hay cosas que no se pueden tocar, y lo entendemos. Pero es otra propuesta, otro mundo. Nosotros ni nos lo imaginamos”.
D: “Si no tocas lo que suena, no tiene sentido para nosotros”.
N: “Que suene un bajo y no haya un bajo. Y cosas más sutiles, coros secuenciados. No me parece gente deshonesta, depende de quién lo haga, pero lo nuestro es otra cosa”.
D: “Habría que preguntarse si antes habría salido gente como Camarón”.
N: “Ya había gente haciendo trampas entonces”.

Uno de los momentos más significativos de uno de vuestros mayores hits repite: “No te olvides de dónde vienes”. ¿Cuál es el momento en que habéis estado más cerca de que os pase, después de tanto éxito.
J: “No ha habido ningún momento, somos de Burgos, un día tocas en Mad Cool, al día siguiente vuelves y nadie te reconoce. Les da igual si has tocado delante de miles de personas: eres un vecino más, no nos damos importancia por ello”.
D: “Vivimos en una ciudad que no es Madrid o Barcelona, no hay una gran industria musical. Vivimos ajenos a esto”.

Pero sí hacéis mogollón de conciertos, y es normal perder el sentido de la realidad pasando tanto tiempo en la carretera.
J: “Después de un concierto yo me cambio de camiseta y no me reconoce nadie”.
D: “Siempre hemos mantenido cierta distancia, también en redes”.
N: “Si te tienes que levantar a las 5 de la mañana para ir a dar otro concierto, se te quita la tontería que puedas tener. Estamos todo el día trabajando. Estamos siempre ensayando, ni podemos pararnos a pensar que somos alguien”.

En un concierto os oí decir “nadie nos ha regalado nada”. ¿Tenéis cierto resquemor porque la prensa no os ha tratado bien?
D: “¡Qué va! Con todo el cariño, enfocas todo como hacia lo negativo. Si decimos que hay gente que copia, no significa que digamos que no hemos copiado».

Lo enfoco a lo negativo porque “nadie nos ha regalado nada” es una frase en negativo.
D: (risas) “Tú eres quien hace las preguntas, pero lo podías enfocar a que estamos orgullosos de lo que hemos conseguido” .

«Somos conscientes de que somos todo lo contrario a algo experimental o arriesgado en muchos parámetros»

Pero es que no estoy aquí para hacerme tu colega, estoy aquí para preguntarte cosas y ver qué dices.
D: “¡Eso está claro! (risas) Lo he visto cuando te has pedido una Coca-Cola Zero (risas). Creemos que somos bastante afortunados, somos conscientes de que somos todo lo contrario a algo experimental o arriesgado en muchos parámetros, que puede entrarle a mucha gente, a una señora, a un chaval… Nos jode que haya muchas bandas de música increíble que no toquen no en Mad Cool sino ni en Joy Eslava. Siempre hemos reivindicado que se abran las orejas a los sonidos experimentales, no se puede despreciar algo porque tenga ruido o no haya voz, hay mucho que descubrir. También es significativo del nivel cultural de nuestra sociedad y de la implicación gubernamental. En un país idílico habría medios para que grupos que no pueden vivir de los discos, de los directos o de digital, pudieran seguir funcionando y que no solo triunfe La MODA, el indie, el urban como tú lo llamas, sino que haya un grupo de sludge, de doom, que pueda tener una vida de 15 años o grabar con Steve Albini».

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: la m.o.d.a.