Al contrario que Amaia, que pese a haber ganado Operación Triunfo, trabaja en su disco al margen de las limitaciones que dicta la industria, Aitana parece estar aprovechando el tirón del programa al máximo y este verano ha protagonizado dos de las canciones más exitosas de 2018, ‘Lo malo’ junto a Ana Guerra y ‘Teléfono’. Además, ha sacado un libro que recopila sus poemas y dibujos llamado ‘La tinta de mis ojos’ que recientemente ha sido objeto de polémica por plagiar la ilustración de una artista italiana, en un dibujo que Aitana realizó hace años y subió inocentemente a Tumblr (la artista trabaja actualmente en subsanar este error, que ha reconocido). Sin embargo, mientras Ana Guerra parece encantada de la vida colaborando con Juan Magán y haciendo “product placement” en Instagram, Aitana está desprendiendo cierto halo de incomodidad cuando habla de su trabajo que no se puede pasar por alto. La cantante, que acaba de cumplir 19 años, ha llegado a declarar a El País que se presentó a Operación Triunfo pensando que no iba a entrar (“no porque no creyera en mí, sino porque lo veía imposible”, apuntó no obstante a JENESAISPOP). ¿Y para qué se presenta una persona a un concurso televisivo si no es para entrar? La cosa parece que se le ha ido de las manos a Aitana, porque la cantante no solo ha llegado a entrar en Operación Triunfo, sino que además ha quedado segunda y es actualmente una de las mayores estrellas del pop en España. ¿No es todo esto un poco “too much” para alguien que no parecía tener nada claro hace un año que quisiera dedicarse a la música?
En realidad, en sus entrevistas actuales Aitana solo está reproduciendo un comportamiento que ya le habíamos percibido en la Academia. Durante una de sus clases con Los Javis, Aitana reconocía haberse sentido deprimida durante la semana, recordando con nostalgia lo que significaba la música para ella antes de entrar en Operación Triunfo, la sencillez que primaba en su vida meses atrás cuando, simplemente con encerrarse en su habitación a cantar y tocar su piano, sin preocuparse de que millones de personas la juzgaran por hacer las cosas bien o mal, era feliz. En ese momento, el concurso era demasiada presión para Aitana y lo hubiera sido para cualquiera. No es fácil pasarse meses encerrado en una Academia y además rodeado de cámaras, sobre todo cuando tras días intensos de clases toca presentar una canción ante millones de espectadores en uno de los programas de televisión más vistos de España. Aitana decía que no estaba “acostumbrada a cantar cosas que no me gustaran, y lo estoy haciendo y me cuesta mucho”, insinuando que parte de la magia que sentía por la música se estaba perdiendo durante su estancia en la Academia, cuando lo que era su “vía de escape” se estaba convirtiendo en algo parecido a una obligación. Cabe preguntarse, sin embargo, por qué no vimos en esta tesitura por ejemplo a Amaia, Alfred, Ana Guerra o Miriam en ningún momento del concurso, pero a Aitana sí.
Ya fuera, Aitana lo ha petado a lo grande con ‘Teléfono’, y sobre ella hablaba en aquella misma entrevista con El País el pasado mes de agosto, dejando unas declaraciones cuanto menos interesantes. Ante la petición del diario de definir su canción, Aitana contestaba que era “veraniega”. ¿Veraniega como… las canciones del verano? El País replicaba que esas “no suelen ser las mejores”, a lo que Aitana contestaba: “que se olvide no me importa, lo guay es que alguien recuerde el verano de 2018 con ella”. ¿A Aitana no le importa que se olvide su single de debut, que ha sido Doble Platino y será una de las canciones más exitosas de 2018 con absoluta certeza? ¿Una canción en la que ha trabajado con los mismísimos productores de ‘Despacito’ de Luis Fonsi y Daddy Yankee, la canción latina más exitosa de todos los tiempos? ¿Prefiere que se quede en “canción del verano” más que en clásico atemporal? Parecía que habíamos dejado atrás el disgusto de cantar canciones ajenas que no nos gustan, pero Aitana no sonaba en estas declaraciones especialmente orgullosa de ‘Teléfono’. Al contrario, “que se olvide no me importa” sonaba a todo menos a orgullo, y eso que Aitana había asegurado que ‘Teléfono’ era su canción favorita de todas en las que trabajó durante su primera visita a Los Ángeles. Pero quizá lo peor de todo es que esta reacción no podía sorprender a nadie que viera Operación Triunfo y atendiera al disgusto con el que Aitana y Ana Guerra se enfrentaban a la maqueta de ‘Lo malo’, muchos meses antes de que se convirtiera en una de las canciones del verano. De nuevo, esta inseguridad ante su propio trabajo de Aitana ya la habíamos visto.
En la misma charla con El País, Aitana reconoce abiertamente -y de manera totalmente lógica a su edad- no disponer de tanto “criterio” como le gustaría y que se deja influenciar, aunque no siempre, por decisiones que toman otros ya que “aún se está formando como persona”. Cuando le preguntan si se ha sentido «utilizada por la industria y los medios» su respuesta es: «Soy muy ingenua, igual sí y no me he dado cuenta». Sin embargo, es capaz de reconocer que convertirse en un “producto” es “bastante malo”, al contrario que desarrollar una “carrera de fondo” -en palabras del propio periódico- como está haciendo Amaia. Pero eso es exactamente lo que está pasando con Aitana. En manos de su compañía, la joven cantante se ha convertido en un producto comercial diseñado para invadir el “mainstream” y vender lo máximo posible, ya sea singles, discos o incluso libros, en el menor tiempo posible. Por razones obvias -Aitana tiene talento, juventud, buena imagen- Universal cree que lo mejor para Aitana es que grabe una canción comercial a más no poder llamada ‘Teléfono’, hacer remixes de ‘Lo malo’ y la misma ‘Teléfono’ para conquistar el mercado latinomericano y llamar a su disco ‘Tráiler’ aunque a ella le parezca “raro”. Todo el mundo recuerda la intervención de Noemí Galera durante la polémica de ‘Lo malo’ dentro de la Academia, cuando explicaba a Aitana y a Ana que eran los profesionales de Universal y no ellas los que realmente sabían qué era lo mejor para ambas, porque ellos son los expertos de la industria y ellas unas recién llegadas. Y sin embargo aquí estamos, con Aitana ya bastante curtida, insinuando que prefiere que se olvide su hit en el periódico más leído del país. ¿Realmente esto es lo mejor para Aitana? ¿No será que esto es lo mejor más bien para su sello? ¿No será que, como Amaia, lo que necesita Aitana es hacer una carrera de fondo y tomarse su tiempo para trabajar en proyectos que le apasionen de verdad? Porque Aitana se está buscando a sí misma, pero lo que parece es que Universal ya la ha encontrado. Mientras solo hay que ver a Aitana en las entrevistas, como en El Hormiguero, para percibir que sigue, o eso parece, un poco perdida.