«La voz de Bad Bunny me ha parecido siempre difícil. No sé si me repele o me pone, pero lo seguro es que no podía pensar en ella sin añadir unas simpáticas comillas. Podía soportarle en un featuring con Cardi B o Becky G, pero un tema «solo de él» era harina de otro costal. Y sin embargo, llegó ‘Solo de mí’. La gran balada autoafirmativa de Bad Bunny, al margen de la fuerza expresiva que destila su histórico vídeo, que añade un guiño feminista muy necesario en su carrera, tiene varias ideas sobresalientes: la intro al piano, la no renuncia al ritmo reggaetón, el uso reiterado de la palabra «bebé» en representación de un idilio que fue una gran mentira contra la que ahora nos rebelamos, y sobre todo ese modo de extender las sílabas a modo de grito desesperado. «¿Lo nuestro ya se murióóóóóóóóóóóóóóó?». Muero de la pena. Mierda, ¿estoy a punto de llorar con una canción de Bad Bunny? «¡Mira, puñeta, no me quiten el perreo!». El giro final es la vía perfecta para introducirte en ‘X 100PRE‘, pues es el que definitivamente te hace preguntarte: «¿¡Pero bueno, qué me he estado perdiendo todo este tiempo?!». Sebas E. Alonso.
«‘Solo de mí’ no es una gran canción, pero clama al cielo especialmente que la intenten vender como un himno contra la violencia machista. Hay quienes
ven aquí un lavado de imagen; lo cierto es que, sin llegar a esa conclusión, sí podemos decir que resulta un poco extraño que una canción en la que él trata a la chica como la posesivalocatóxica se convierta de repente en un alegato contra la violencia machista gracias a un par de ideas en el videoclip y un post de Instagram (un post en el que se dice «respeta a la mujer, respeta al hombre», por cierto). ‘Solo de mí’ no funciona con ese propósito, pero es que además su condición de híbrido fallido hace que tampoco funcione como canción de perreo, y ni a nivel de letras, ni tampoco a nivel de producción (giro aparte) destaca especialmente, como sí lo hacen otras canciones de ‘X100PRE’. Ahora, que si esto consigue remover la conciencia de alguien, pues bienvenido sea». Pablo N. Tocino.«Se mire por donde se mire, fuera escrita con esa intención o no, la idea de extrapolar a una mujer la letra de despecho de ‘Solo de mí’ –potenciada con las impactantes imágenes de moretones y heridas causadas por ¿virtuales? golpes– es fantástica. Y es que es necesario romper ese yugo por encima de géneros, porque en realidad la idea del amor como forma de posesión es también parte del sistema patriarcal que rige en una inmensa mayoría de las sociedades y oprime a hombres y mujeres de cualquier condición sexual –aunque sus peores consecuencias recaigan, casi en su totalidad, apenas en el 50%–. Pero, como ya decía en la crítica del notable ‘X 100PRE’, podemos disfrutar de Bad Bunny sin sobreanalizar sus canciones. Y, en ese sentido, ‘Solo de mí’ es un sugerente numerazo de reggaeton-pop lento que se puede bailar tanto en su primera parte, la más emocional, como en su explosiva recta final». Raúl Guillén.