Ahora, como informan medios como El País, el Ministerio Público ha sostenido en un escrito enviado al Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, que este acto se enmarcaba en el ámbito de una puesta en escena «crítica», habitual últimamente en los medios de comunicación, pero que en ningún caso va más allá de una «cierta dosis» de provocación «permitida para la transmisión de un mensaje crítico desde la perspectiva de la libertad de expresión». Se añade que su gesto «no fue acompañado de conducta violenta alguna ni de otras expresiones o gestos vejatorios o insultantes ni de otros comentarios de exaltación, justificación o promoción del desprecio». De esta manera, pide el sobreseimiento de la denuncia de la organización Alternativa Sindical de Policía por una «ofensa a España, sus símbolos y, por ende, a toda la sociedad democrática».
Según el escrito del Ministerio Público, no hubo «propósito ofensivo o de menosprecio a la bandera que permita sostener que nos encontramos ante un delito de ultraje», «ni por el contexto, ni por el contenido, ni por las circunstancias, ni por los fines perseguidos». Recuerda expresamente que se trataba de un sketch «protagonizado por un humorista, dentro de un programa de televisión de humor satírico en torno a noticias de actualidad».
Actualización 17/1/2019: A última hora del miércoles 16 de enero, tras la petición del Ministerio Fiscal de archivar la causa contra Mateo, el juez correspondiente, Adolfo Carretero, ha emitido un auto en el que, de acuerdo con la petición de la Fiscalía, desestima la demanda y archiva la causa. En su escrito, el juez dice que «se trató de «una puesta en escena desafiante o crítica», que permite la libertad de expresión, aunque pueda ofender los sentimientos de muchos españoles». En el programa de La Sexta donde se emitió el polémico sketch, Mateo celebró con su colega y presentador, El Gran Wyoming, la decisión del juez, que supone que haya triunfado «el sentido común, la libertad de expresión y el anuncio de Campofrío».