¿Cómo definiríais este disco? ¿Es un EP largo o un disco corto? ¿Y cómo lo definiríais por sonido?
Andrew: «Un disco corto, definitivamente. Un EP para mí son 4 canciones. Este disco tiene un principio y un final, además de dos caras, como un viejo vinilo, con sus temas hacia la mitad como más lentos».
Ra: «Es más positivo, más luminoso, más divertido. Refleja en qué momento estamos».
El disco empieza con ‘Back to the Start’ (que en el momento de esta entrevista aún no se sabe que es el single). ¿Es un tema clave para vosotros? Y contadme si habéis contado con cuerdas reales.
A: «No, no son reales. Nada lo es. ¡Todo es una ilusión! (risas) En la música dance de los 90 nunca se usaban cuerdas reales, así que no procedería nada que nosotros utilizáramos cuerdas reales, como Eurythmics o algo así».
Ra: «Nunca he pensado si es un «tema clave» para nosotros».
A: «Para mí sí lo es».
Ra: «Sí que que captura ese carácter más positivo del disco».
¿Habéis usado diferentes sintetizadores esta vez?
A: «He usado mucho el Jupiter-6, un sintetizador viejo analógico de Roland que siempre he tenido, pero esta vez he vuelto a recuperarlo y le ha dado al disco un sonido más rico y orgánico, me ha gustado mucho meterlo».
¿Cuánto tiempo habéis trabajado en este disco?
(Ambos se ríen)
A: «Mucho».
Ra: «Desde el último. Sé que el disco es corto, pero hemos escrito muchos temas y trabajado mucho en él».
«Hacer un disco positivo fue un reto personal. Estaba cansado de escribir desde un punto de vista desesperado»
¿Por qué es tan positivo?
Ra: «Fue un reto personal. Estaba cansado de escribir desde un punto de vista desesperado. Quería hacer canciones que me pusieran de buen humor. No escribí los temas necesariamente desde un punto de vista positivo, sino que intenté escribir así para sentirme positivo. Era un intento de cambiar de humor. Algunas canciones las hicimos en España y España siempre tiene un efecto positivo en nosotros».
A: «Y siempre escribimos al volver de gira y, cuando vuelves de gira, piensas en canciones que vayan a funcionar bien en directo. Por ejemplo, ‘Back to the Start’ creo que funcionará muy bien en directo».
¿Cuán importantes son las letras para vosotros, dado el sonido tan claro que tenéis?
Ra: «A veces son importantes, a veces no. Lo más importante es que el sonido esté bien. Claro que son importantes, antes buscaba sobre todo lo poético, pero cada vez es más importante para mí escribir sobre cierta perspectiva de verdad en lugar de sobre algo adornado. Hay que buscar un equilibrio. Si algo es demasiado real, es demasiado duro. Hay que buscar un término medio».
¿Alguna letra favorita en este álbum?
Ra: «‘Deep Cut’. No es que sea muy profunda, pero tiene muchas frases que me gustan».
A: «‘Racie’s Cousin’. Tiene una perspectiva diferente, no es una canción sobre relaciones como las demás, tiene un punto de vista social, sobre provenir de un entorno de necesidad, es más interesante».
«Queríamos darle una sensación de orgía a ‘Deadset Lust’, pensamos que le iría bien»
¿Ha podido ser Gainsbourg una inspiración en ‘Deadset Lust’?
A: (risas) «No realmente».
Ra: «¡Un poco!».
A: «Queríamos darle a la canción una sensación de orgía, como hacer un ‘Kiss’ de Prince a la francesa. Al ir trabajando en ella pensamos que le iría bien el sonido de una orgía».
El sexo es el tema de esta canción y de otra pista…
A: (sonríe) «‘Cumming Coma'».
¿Cuál es el mensaje detrás de esto?
A: «El sexo es bueno» (risas).
Ra: «No creo que haya un mensaje. Solo es una expresión».
Lo digo porque desde que gobierna Donald Trump, han surgido muchas canciones con mensaje de libertad.
Ra: «Las canciones sexuales no están escritas a causa de Trump» (sonríe).
¿Cuál es el tema más reciente del disco?
A: «‘Back to the Start’. La hicimos en España, hace un par de meses».
Porque vives aquí, se te ve de vez en cuando por aquí y por allá… ¿qué te trae por aquí?
A: «Sí. Me gusta España, me gusta mucho Madrid. Quería dejar Londres, aunque voy mucho. En realidad vivo entre los dos sitios».
Andrew: «Siempre he estado integrado en la gentrificación siendo parte del problema. Pero me encanta Lavapiés».
¿Cuál es tu barrio favorito?
A: «Lavapiés. Me encanta, cada día hay un nuevo bar o lo que sea. Sé que es víctima de la gentrificación y yo soy parte de la gentrificación (risas) Pero en Londres, me pasó igual: vivía en East London, cuando el barrio pasó de ser almacenes sucios a un cúmulo de coctelerías. Siempre he estado integrado en la gentrificación siendo parte del problema. Pero me encanta Lavapiés».
Pues mira que hay cuestas.
A: «Pero eso es bueno para tu cuerpo».
«El synth-pop nunca se pasa de moda, pero tampoco pasa a la primera línea. Siempre está por ahí, influyendo»
¿Qué opináis de la supervivencia del synth-pop? Se habla de tantas tendencias… pero de repente sale un grupo como Monarchy y sigue teniendo su público.
A: «Creo que siempre ha estado ahí. Cada año alguien proclama que «ha vuelto la música disco» porque Nile Rodgers ha sacado un single o algo. Y con el synth-pop es igual. Nunca se va, pero tampoco pasa a la primera línea. Siempre está por ahí, influyendo diferentes cosas. Yo creo que es lo mismo que pasa con el punk, que «vuelve cada año». O el indie o lo que sea».
¿Escucháis diferentes cosas o estáis tan apegados a un estilo como parece?
Ra: «Yo oigo mucho jazz. Quiero decir, sobre todo escucho música pop, pero escucho jazz porque el pop está evolucionando más rápido que ninguna otra cosa, y eso es lo que amo y odio del jazz, que se mantiene, no progresa. Es como ponerte música clásica. Así que escuchando jazz me relajo».
A: «Yo escucho todo tipo de música. Mucha música francesa, como Yusek, French touch… Música para ir de fiesta, pop también. También pop alternativo como Parcels
«Colaborar con una orquesta es como el final para un músico, sobre todo si viene de la cultura de clubs. ¿Jeff Mills con orquesta? ¡Coge el 909, abajo la orquesta!»
Si hicierais algo que no fuera synth-pop, ¿lo firmaríais como Monarchy?
Ra: «Interesante pregunta. Monarchy es un sonido. Y el sonido de Monarchy es la suma de Andrew y yo. Así que si no estamos de acuerdo en cómo sonar, no sé qué pasaría».
A: «Por eso yo nunca haría una colaboración con una orquesta (risas) Es como el final para un músico. Sobre todo si eres un músico que viene de la cultura de clubs. ¿Jeff Mills con orquesta? ¡Coge el 909, abajo la orquesta!».
Pet Shop Boys siguen haciendo música de baile con Stuart Price a los 60 años, aunque les cuesta llegar a gente joven. ¿Cómo os veis vosotros a su edad?
A: «Seremos un combo de jazz y haremos bodas» (sonríe)
Ra: «Hay veces en que hacer lo mismo se convierte en aburrido. Rod Stewart dejó de hacer lo que quiera que hiciese y empezó a hacer lounge. Eso es regresivo. Nosotros preferimos ser más avant garde en el futuro que regresivos».
Algo como Grace Jones. Aunque es complicado cuando no saca disco hace 10 años.
A: «Depende del grupo. El último disco de Blondie fue un comeback total. De David Byrnes fue increíble el último. Por supuesto los últimos de Bowie. Si tienes algo relevante que decir…»
Ra: «Yo de Depeche Mode prefiero sus últimos álbumes».
¿En serio? ¿Por qué?
Ra: «Porque sus primeros discos me parecen demasiado simples. Son pegajosos pero no tienen un significado. En cambio los últimos tienen algo que decir. No es que los escuche mucho (Andrew se ríe), pero los prefiero».
¿Qué grupo de los 80 creéis que ha evolucionado mejor?
(piensan) A: «New Order, el último es muy bueno. Tienen una gran carrera. The Cure hacen grandes conciertos».
Sobre todo muy largos.
Ra: «Pero han escrito tantas buenas canciones que pueden hacerlo. A la gente le encanta».
¿A vosotros como «performers» os gusta hacer shows largos?
Ra: «No particularmente».
A: «El más largo fue aquí en Madrid, y duró como hora y media».
Vuestro disco es corto. Hay cierta tendencia a hacer disco corto, como ha hecho varias veces hace poco Kanye West…
Ra: «Mucha gente hace largos, con 15 pistas aunque solo 10 son canciones de verdad».
A: «Por Spotify, canciones de unos pocos segundos».
Ra: «No lo estoy criticando pero es lo que está pasando».
Vosotros sois de disco corto…
A: «Me gustan cortos».
Ra: «No me gustan los discos en absoluto» (risas)
¿Por qué?
Ra: «Ya no se oye música así. Yo nunca escucho un disco completo».
¿Ni siquiera de jazz?
Ra: «No».
Y no escuchas vinilo…
Ra: «No».
Pero tú sí editas tu disco pensado para vinilo…
Ra: «Sí».
«Si te gusta algo y quieres mantenerlo para siempre por razones sentimentales y quieres recordarlo, hazle una foto»
¿Y eso?
Ra: «No es por mí que lo vamos a sacar. Tengo vinilos, me gusta mirarlos, pero me gustan más como objetos».
A: «A mí me gustan los vinilos, puedo entender por qué la gente los compra, pero no soy muy sentimental en ningún sentido. Cuando era más joven tenía muchas rarezas que valían fortunas, el «vinilo transparente de Aphex Twin que salió el día de salida»… Después he pensado que si alguien puede quitármelo, ya no me interesa. No he coleccionado nada desde entonces. «¿Qué hago con este disco que no he usado últimamente?» «¡Pues dáselo a alguien!».
Ra: «Intento vivir de otra manera. Si te gusta algo y quieres mantenerlo para siempre por razones sentimentales y quieres recordarlo, hazle una foto. Puedes mantener una foto para siempre».
Esto es porque os habéis mudado mucho, ¿verdad?
Ra: «Empezó así porque ahora vivo en Australia».
Lejos…
Ra: «Está muy lejos, aunque pasamos mucho tiempo en Europa».
Este disco entonces lo habéis trabajado por e-mail.
Ra: «Paso mucho tiempo en España también».
Andrew: «Y también lo hemos trabajado en Londres».
Esta asociación a España es por la base de fans que tenéis aquí…
A: «Sí, es un poco de todo. Para mí fue una decisión improvisada. El tiempo es bueno, y todo se inclinaba hacia Madrid».
¿Dónde hay que ir en Madrid o en Londres si quieres escuchar música de Monarchy?
A: «Me ha pasado estar en un bar y que pongan Monarchy. Recuerdo que pasó en el Café Berlín, en algunos bares. A veces me cuesta darme cuenta de lo que es. Es divertido. Me da vergüenza si conozco al DJ».
«Estar en un grupo es como un matrimonio, un acuerdo. Hay altibajos y siempre ha habido, ha habido otros menos públicos que el que tuvimos (…) Ahora estamos en terapia matrimonial»
¿Cómo habéis trabajado las fotos de este disco? Porque la imagen ha sido un tema importante en vuestro recorrido…
A: «Es una continuación de ideas del mundo que quisimos crear, jugar con la imagen y con el anonimato. No tanto como al principio obviamente, pero metiendo emoción y algo de historia en las fotos, que es importante».
Ra: «Nos hemos mudado del anonimato al personaje. El problema del anonimato es que su naturaleza está desprovista de carácter, así que es una lucha. Nosotros dos en concreto no tenemos mucha imagen, así que…»
A: «Quedaríamos como dos tíos contra un muro».
Por cierto, ¿qué pasó con aquello de que os separasteis por un momento? (NdE: una responsable de Warner abre la puerta en este momento para indicar que se acaba el tiempo de la entrevista y ambos se parten de risa)
A: «¡¡¡Salvados por la campana!!!».
No, en serio, vais a contestar a esto…
A: «Estar en un grupo, cuando está la creatividad de por medio… es como un matrimonio, un acuerdo. Hay altibajos y siempre ha habido, ha habido otros menos públicos».
Ra: «Es la dificultad de estar en un grupo: te presentas como banda, pero también tienes tu individualidad».
A: «Las personas cambian todo el tiempo y las relaciones también».
¿Cuán sólidos sois ahora como dúo?
Ra: «Estamos en terapia matrimonial. Eso es una buena «no respuesta», ¿verdad? ¡Tenemos que meternos en política!» (risas).