Música

Una pachanguera ‘La venda’ de Miki y La Pegatina triunfa en la gala de TVE e irá a Eurovisión

Tal y como se preveía, La 1 de TVE ha ofrecido esta noche la gala destinada a elegir la canción que representará a España en Eurovisión 2019. Aunque la disposición era la de un programa-tipo de OT, con su Roberto Leal bien sonriente, su jurado de expertos –Manuel Martos era el único habitual, acompañado por Pastora Soler, Toni Aguilar y Doron Medalie, autor de la canción ‘I’m Not Your Toy’, la ganadora del certamen el pasado año– y su público superentregado, parecía que la mecánica de la selección era mucho más simple que en otras ocasiones: los participantes interpretarían sus 10 canciones, y se abrirían líneas para votar la favorita. Pim pam pum, sin más.

Y menos mal, porque de otro modo creo que hubiéramos fenecido ante la considerable cantidad de mediocridad, con contadas chispas, que presenciamos. Abrió Marilia, con ese ‘Todo bien’ de neo-latineo que no le iba nada bien –anduvo ahogada con las coreos, justita de voz, aunque con más desparpajo del que se le intuía– y que quedó embarrado por unos coros pregrabados muy molestos. Sabela, extrañamente, no estuvo fina de voz con ‘Hoy soñaré’, claro que ni siendo Céline Dion habría podido salvar ese petardo infumable de balada. Al menos Famous, de los pocos (¿el único?) que se había mostrado ilusionado por representar a España en Eurovisión, empleó con cierta corrección su chorro de voz en ‘No puedo más’. Lo bueno de esta canción es que al menos parece escrita por alguien que escuchaba radiofórmula en 2017 –obra de Leroy Sánchez, digamos que podría cantarla un Sam Smith, por ejemplo–. Lo malo, casi todo lo demás, con una puesta en escena tirando a nula –apenas un coro–, que contribuyó a realzar su randomness.

Aunque, para «lo malo», ‘La clave’: la canción de Merche y Ander Pérez (Andermay) es bastante émulo del hit de AitAnaWar, pero es superpegadiza –algo que es importante para optar a ganar Eurovisión– y Natalia hizo lo que mejor ha mostrado que sabe hacer: combinar buena interpretación vocal y coreografía. Así, se postuló como una seria competidora para llevarse el gato al agua. Le siguió un interludio musical de Julia que, entre un jardín de plástico que olía a petróleo desde casa, volvió a hacer lo mismo que durante los 3 meses de su paso por el concurso: una balada de India Martínez (literalmente, en el caso de ‘Qué quieres que haga’) imposible de diferenciar de una de Malú o de Vanesa Martín. Ante semejante muermazo, de repente la fiesta de Miki, La Pegatina y ‘La venda’, una charanga de manual tan sencillota como eficaz, pareció que tenía posibilidades reales.

Noelia se plantó en el escenario con mucha seriedad y dispuesta a mostrar su notable chorro de voz. Lástima que lo tuviera que hacer con otro baladón –con Álex Ubago como co-autor– tan genérico en todo (sobre todo en unos arreglos propios de película de princesa Disney) que, pese a su algo descontrolado arranque de genio final, no parecía muy apetecible. ¿Mejoraría la cosa uno de los compositores de Morat con el sosete Carlos Right? No, gracias, no necesitamos un segundo Álvaro Soler.

Y no hubo más que esperar a que Miki y Natalia subieran a cantar ‘Nadie se salva’ para que quedara aún más en evidencia el carisma de aquel. En el caso del único dúo de esta gala, podemos decir además que el resultado fue la suma de las partes: la calidad y versatilidad de Natalia más la energía y complicidad con el público de Miki, parece una buena candidata a la fase final de Eurovisión, como concedió Pastora Soler en su valoración. Y cerró la tanda de actuaciones María Villar y ‘Bien duro‘ ‘Yo ya no quiero ná‘ ‘Muérdeme’, la favorita del público desde los primeros avances. La madrileña, defendió el tema voluntariosa, con sus limitaciones vocales pero bastante actitud. Pero una coreografía enrevesadísima y una puesta en escena bastante confusa, con una incomprensible lluvia de billetes final (¿»tirando billetes de 100 en el culo de no sé de quién»?), no remaron a favor. Para contribuir a liarlo todo más, Toni Aguilar tuvo la ocurrencia de rememorar a Lady Gaga Madonna y llamarla «ambición rubia». Mira, no.

Tras este número, a las 23:43h, se abrieron las líneas y la app para que el público pudiera votar. También se abrió la veda para rellenar tiempo con vídeos intrascendentes, la visita de Alfred para decirnos lo provechosa que fue para él la experiencia de Eurovisión 2018 –le sirvió sobre todo, dijo, para aprender a hacer promo–. Al menos, en ese tiempo, también pudimos ver a Eleni Foureira demostrando lo que puede ser una buena actuación de este certamen internacional, con un espectacular medley de ‘Fuego’ y su nuevo single, ‘Tómame’. Tras una agónica retahíla de vídeos hasta alcanzar las 00:20h, Alfred hizo de secretario y llevó el sobre con los resultados: en unos últimos puestos previsibles, sorprendía encontrar el tema de Famous en 7º lugar. Finalmente, el tema conjunto de Natalia y Miki, ‘Nadie se salva’, quedó la tercera (Natalia se despedía con un «hastaluego, maricármenes»), María se libraba por los pelos (parecía una de las más felices, sin duda) y ‘La venda’ de Miki, sin duda el tema que más destacó en la gala, fue la elegida por el público. Veremos cómo funciona el 18 de mayo en Tel Aviv.

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