Es llamativo que una de las frases de la canción sea «no puedo decir si estoy de moda o me estoy haciendo viejo» porque es un tema que vuelve a salir en el disco. En el siguiente single ‘Ordinary Pleasure’ se pregunta con frustración si «el sexo sigue vendiendo». «Me da la sensación de que ya lo he visto todo / o igual es que me he hecho viejo / o que estoy aburrido». Y de hecho el autor de ‘Daft Punk Is Playing At My House’, James Murphy, por cierto otro gran preocupado por la creación musical, aparece en la letra de ‘Laws of the Universe’ y la referencia al mencionado tema es evidente: «James Murphy is spinning at my house, I met him at Coachella». Igualmente, la festiva y housera ‘Who Am I’ usa también un fondo musical en medio de la crisis de identidad: «¿A quién le importa la fiesta? / He venido a ver a la banda tocar», plantea.
‘Outer Peace’ podría haber sido un gran disco sobre electrónica retro sobre ese malestar que deja el pasar de los años y la sensación de haber perdido un tren muy importante. En ese sentido, el toque acid de ‘Fading’ es una intro perfecta y al fin y al cabo las texturas en ‘Ordinary Pleasure’ siguen siendo suaves y vacacionales como lo han sido en su carrera. Sin embargo, la paleta de Toro y Moi ha decidido abrirse en diferentes direcciones. ‘Miss Me’, con ABRA, podría haber sido una canción perdida de los inicios de Neneh Cherry o de Massive Attack, pero también suena próxima a la estética R&B y urban de hoy, idea que vuelve más adelante en la secuencia de este ‘Outer Peace’, jugando o quizá incluso bromeando sobre esa «crisis musical».
La siguiente pista ‘New House’ presenta precisamente un ritmo parecido, igualmente evocador, sobre la presión del mundo material («quiero una casa totalmente nueva, algo que no puedo comprar, algo que no me puedo permitir»), mientras lo que manda es un piano doliente y nostálgico, lleno de tristeza. Y también similar a ‘Miss Me’ es la final ’50-50′, tan apegada al Auto-tune como todo el trap de hoy al que Toro y Moi parece haberse querido acercar en compañía de Instupendo o de Wet en ‘Monte Carlo’. La melodía es llorica como la canción más desoladora de Drake, pero el productor no parece haber hecho más esfuerzo por integrar los dos estilos principales del disco que el de presentar las pistas muy seguidas, casi unidas sin descanso.
Por otro lado, aunque se agradece la brevedad del álbum, que dura media hora clavada conteniendo únicamente 10 pistas, algunas composiciones son demasiado cortas y habrían agradecido un mayor desarrollo para alcanzar el calado de sus referentes. Cada una parece contener cierta inspiración, pero algunas dejan la sensación de que podrían haber sido algo más redondas. Así, a ‘New House’ no le da tiempo a hacer tanta pupa como un ‘Protection’ en tan sólo dos minutos y medio. Con todo, un álbum bastante disfrutable y agradable que mantiene a Toro y Moi en el mapa a diferencia de lo que ha sucedido con muchos de sus compañeros de generación.
Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Freelance’, ‘Ordinary Pleasure’, ‘Who I Am’
Te gustará si te gustan: Róisín Murphy, Daft Punk, Massive Attack, Drake
Escúchalo: Spotify