Música

FIDLAR / Almost Free

En la primera mitad de esta segunda década del siglo que (sí, ya) se nos esfuma, FIDLAR emergían como una suerte de eco del punk de finales de los 70, con cierto espíritu de protesta pero más pasivo-agresivo que realmente contestatario. El punk del combo de Los Ángeles, al margen de su rock sucio y con cierto componente rabioso a piñón, parecía enfocarse sobre todo en su políticamente incorrecta postura amigable con las drogas y el alcohol. Pero después de ‘Too’ (su segundo disco) parece que en ‘Almost Free’ (“free”/“three”, ¿lo pilláis?) buscan refrescar, como mínimo, su sonido.

Para ello han recurrido al afamado Ricky Reed, que lo mismo trabaja con Christina Aguilera, Jason Derulo, Kesha o Meghan Trainor, que con Phantogram, Bomba Estéreo o Leon Bridges. Con Reed, desde luego, liman la fiereza de su sonido hacia algo más heterogéneo donde cabe prácticamente de todo, pero con tino desigual. Desde el divertido guiño a Beastie Boys/Beck del lamento anti-gentrificación que es ‘Get Off My Rock’ hasta la patochada pseudo-nirvanera (prácticamente una parodia de Everclear o Collective Soul) de ‘Good Times Are Over’ (con frases como «I’m only happy when I’m depressed» no funciona ni como parodia), el grupo comandado por Zac Carper y Elvis Kuehn parece dedicarse a dar palos de ciego, desubicado, como esperando que suene la flauta del éxito como único plan.

Y, en ese deslavazado ir y venir, hay casi tantos aciertos como errores: el soul-rock stoniano a lo Portugal.The Man resulta tan magnético en ‘Can’t You See’ como pesadete (en el sentido en que lo eran los últimos The Stone Roses u Oasis) en el instrumental ‘Almost Free’. Del mismo modo que el jugueteo pop-punk-funk de ‘By Myself’ es irresistible, mientras que en ‘Scam Like’ resulta risible, en su pretensión de acercarse a The Clash; o que el salvajismo de ‘Alcohol

’ invita al pogo (pese a lo basiquito de su estribillo) frente a unas ‘Nuke’ o ‘Too Real’ insoportables en su forzado e insustancial crossover.

Al final, cosas tan coquetas como ‘Called You Twice’ –dueto con la artista K.Flay que rememora los que The Jesus and Mary Chain hicieron con Hope Sandoval o Sky Ferreira– salvan los muebles ante pastiches inconsistentes como ‘Kick’ o ‘Thought. Mouth’, pero por poco, muy poco. Así, los FIDLAR de 2018 son prácticamente irreconocibles respecto a los de sus inicios, que sí, podrían ser poco audaces, pero no andaban tan escasos de buenos ganchos.

En lo que no han cambiado tanto es en el aspecto lírico que mencionábamos al principio. Con algún tímido alegato político –‘Scam Likely’, ‘Too Real’–, las letras de Carper y Kuehl se dedican a retratar el abundante postureo en una ciudad como Los Angeles –‘Can’t You See’, ‘Flake’– y, sobre todo, a despotricar de las terapias de desintoxicación –‘Alcohol’– y llegar a aseverar que ”las drogas salvaron su vida” –‘Too Real’–. Esa parcela políticamente incorrecta parece ser de lo poco que queda de los viejos FIDLAR. No podemos negar que los actuales sean ocasionalmente divertidos, pero ‘Almost Free’ (especialmente en su segunda mitad) está lejos de mostrar solidez y cumplir con su aparente propósito de captar nuevos públicos. Y si lo hace, parece que será sólo de manera casual y anecdótica.

Calificación: 5,7/10
Lo mejor: ‘By Myself’, ‘Can’t You See’, ‘Called You Twice’, ‘Get Off My Rock’
Te gustará si: te apetece escuchar un álbum-parodia que resuma musicalmente el rock de los 90.
Escúchalo: Spotify

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Raúl Guillén
Tags: fidlar