Julia Michaels se ha hecho un nombre componiendo para otros pero también publicando singles tan personales como ‘Issues’ o el reciente ‘Anxiety’ junto a la propia Selena Gomez, que exploran un tema no tan transitado en el pop como la salud mental. En el segundo caso, Michaels da con una canción en principio mona sin más, pero que va creciendo poco a poco hasta resultar edificante y maravillosa, dejando frases como “me cojo de las manos con la depresión” o “hago planes con mis amigos y después espero que cancelen” que alternan sentido del humor con un reflejo bastante crudo de la ansiedad. Puede ser su mejor canción y de hecho es la única que realmente da sentido a ‘Inner Monologue Part 1’, el nuevo EP de Michaels publicado hace unos días.
El humor está presente en varias canciones del EP, en especial ‘Happy’, que, en un estilo de pop sintético muy fun., no anda lejos por temática de ‘Anxiety’. En ella, en su “monólogo interior”, Michaels pide a una pareja que no se bese enfrente de ella pues “le hace ponerse enferma” y apunta: “no estoy amargada, bueno, quizá un poco”. La cantante sigue hurgando en su propia herida en frases como “a veces pienso que mato relaciones por amor al arte” o “esnifaría purpurina con tal de sentir algo” y su desesperación es palpable en un estribillo intenso en el que clama que “solo quiere ser feliz”. En cuanto a la composición, no está mal, pero en comparación con ‘Anxiety’ pierde y el mayor problema de ‘Inner Monologues Part 1’ es que, lejos de aportar más valor al repertorio actual de Michaels, sobre todo se lo suma a su EP anterior, un ‘Nervous System
’ que, sin ser perfecto, por sonido era mucho más interesante y arriesgado, como demostraba la medio glam ‘Uh Huh’ o la exquisita producción de ‘Make it Up to You’. Ambos temas, además, realzaban con mucha gracia la calidad “rota” de la voz de Michaels, aquí un tanto desaprovechada.‘Inner Monologue Part 1’ es un trabajo más optimista y luminoso que el anterior, pero donde en ‘Anxiety’ Michaels extrae, de una situación angustiosa, un single sólido por cuenta propia, el resto de temas no parecen tan esenciales y no está nada claro que interesen a la gente por separado tanto como el sencillo principal. En varios casos, los nuevos estribillos o post-estribillos de Michaels pasan de una profunda intimidad a un simulacro de fórmula llena-estadios, como en la esquizofrénica ‘Into You’ o el cruce entre R&B y pop marca Vampire Weekend de ‘Deep’. El pop semi acústico y buenrollista de ‘What a Time’ con Niall Horan también echa el vuelo a los cielos y solo ‘Apple’, una balada alegre con banjo, permanece siempre entre cuatro paredes, o dentro de la cabeza de Michaels. Esta última habla de un amor de verano que Michaels recuerda con cariño… pero no es tan emocionante como probablemente lo sea ese mismo recuerdo. Y quizás ese sea el mayor defecto del EP: Michaels tiene historias interesantes que compartir, pero le falta hacerlo en canciones que también lo sean.