El que fuera uno de los crooners más influyentes de la historia había conocido el éxito desde mediados de los años 50, alcanzando el número 1 de las listas durante los años 60 con ‘Running Scared’ y ‘Oh Pretty Woman’ (tampoco llegaría a enterarse del revival que disfrutaría esta última gracias a la película de audiencia millonaria), o recibiendo varios premios Grammys y otros reconocimientos; pero lamentablemente se perdió el que tenía que ser su gran regreso, su primer disco solo de temas nuevos desde 1979. Por supuesto su fallecimiento puso un enorme grano de arena en el éxito de ‘You Got It’, su primer top 10 en 25 años, pero es difícil pensar que un tema de esta envergadura pudiera haber pasado desapercibido. Su juego de guitarras en estéreo, el modo en que estas marcan el ritmo más que los propios bajo y batería y por supuesto la enorme interpretación de Orbison eran demasiado como para no levantar a todas las emisoras. Aún hoy, es una de sus canciones más recordadas.
Roy Orbison había escrito la canción junto a dos de sus compañeros en Traveling Wilburys, dos talentos tan enormes como Tom Petty y Jeff Lynne (los otros dos eran George Harrison y Bob Dylan, ahí queda eso), con el líder de la Electric Light Orchestra ejerciendo de productor. Precisamente gracias a la excelente acogida que ‘Traveling Wilburys Vol. 1’ tuvo por parte de los medios y del público en octubre de 1988, Orbison terminó entusiasmado la grabación de ‘Mystery Girl’. «Está bien sentirme querido otra vez, ¡pero es que todavía no puedo creerlo!», declaró durante aquel año sin saber que el 6 de diciembre fallecería de un ataque al corazón, pocas semanas después de haberle confesado a Johnny Cash que no se sentía bien porque le dolía mucho el pecho.
‘You Got It’, que en su momento recibió acusaciones de parecer «una parodia del propio Orbison», tenía una prima similar en la propia secuencia de ‘Mystery Girl’: la balada ‘California Blue’, a la postre otro de los sencillos del disco. Pero la que podía competir con el primero por el título de mejor canción era ‘She’s a Mystery to Me’, un delicioso in crescendo que además de un piano incluía un arpegio bastante indie pop. Se trataba de una composición de Bono y The Edge que al primero le vino a la mente tras levantarse de una siesta durante la gira original de ‘Joshua Tree’. El líder de U2 se quedó dormido escuchando en bucle la banda sonora de ‘Terciopelo azul’, donde aparecía otra de las viejas obras maestras de Roy, ‘In Dreams’, una de esas enormes canciones capaces de pasar a la historia sin estribillo alguno. Cuando despertó, escribió este tema que le sonó a Roy Orbison y terminó siendo interpretado en el estudio por este a mediados de noviembre, tan solo unos días antes de morir.
El 19 de aquel mismo mes, diecisiete días antes de su fatídico infarto, también pudo hacer una única interpretación de ‘You Got It’ en vivo que luego acabaría en su videoclip; pero ‘Mystery Girl’ contaría con muchos otros encantos. Al margen de la versión superlibre de ‘The Comedians’ de Elvis Costello -de gloriosos arreglos de cuerda, como luego ‘Windsurfer’- y de los créditos de Diane Warren y Albert Hammond junto al propio Orbison en ‘Careless Heart’; escuchar canciones como ‘In the Real World’ es darse cuenta de la manera tan jevi en que Brandon Flowers ha imitado a Orbison en su registro más sentido… y también en el más rockero, como escuchamos a continuación en ‘(All I Can Do Is) Dream You’.
Y es que aparte de en los artistas mencionados (Lynch, los Killers, U2…), escuchamos la huella de Roy Orbison en el trabajo de gente como Bruce Springsteen, Cass McCombs o Richard Hawley, por mucho que este diga lo contrario. Este álbum puede que no fuera perfecto, pero sí volvió a situarle en primera plana, cuando era demasiado tarde. Lástima que se perdiera ese resurgir en las listas, sonando totalmente atemporal entre los discos que aquel año estarían de moda, entre Jason Donovan y Kylie Minogue, entre Technotronic y Kaoma.