Según ha informado Variety, Woody Allen se ha cansado de esperar y ha presentado una demanda contra los estudios de Amazon. Les exige 68 millones de dólares (unos 60 millones de euros) por haber incumplido el acuerdo. El cineasta argumenta que el proyecto está paralizado por «una acusación sin fundamento (de acoso sexual) de hace 25 años» y además les acusa de haber dado «solo razones vagas» para dar al proyecto de lado. Continúa diciendo que Amazon conocía la acusación perfectamente, pues fue pública hace más de 20 años.
Amazon pedía el año pasado poder aplazar el estreno hasta 2019, algo que Woody Allen aceptó. Sin embargo, el documento muestra que el junio pasado el consejero general de emisiones, Ajay Patel, envió una nota dando por terminado el acuerdo para la producción de los cuatro largometrajes, y asegurando que Amazon no tenía intención de distribuir ninguna de las cintas. Lo que exige Woody Allen son «los pagos mínimos» derivados de la producción de los cuatro trabajos, además de una compensación por los daños y los honorarios de los abogados.