A Donen se le atribuye el mérito de haber transformado el cine musical de los años 50, haciéndolo pasar de un estilo más próximo a Broadway a uno inequívocamente cinematográfico. Donen, que también era bailarín y coreógrafo, creaba en sus películas bailes que solo podían tener lugar en películas, no en teatro (técnica que recibió el nombre de “cine-dance”). La relevancia de Donen menguó en los 80, con películas que fracasaron en taquilla o crítica como ‘Lío en Río’. Su última película, ‘Love Letters’, se estrenó en 1999.
Aunque Donen jamás ganó un Oscar por su trabajo, el director sí recibió una estatuilla honorífica en 1996, dando lugar a uno de los discursos más queridos que se recuerdan en los premios, cuando cantó ante el público ‘Cheek to Cheek’, de la película ‘Sombrero de copa’ de Fred Astaire y Ginger Rogers. Precisamente las películas de Astaire y Rogers habían animado a Donen a dedicarse al cine musical, cuando tras verlos de pequeño se quedó prendado con sus bailes y la alegría que desprendían en cámara.