Música

Stella Donnelly / Beware of the Dogs

Boys Will Be Boys’ se ha convertido en un símbolo de esta era de #MeToo y sororidad: una canción que, con tanta crudeza como delicadeza, se dirige a un violador que destrozó la vida de una chica, contando con la connivencia de la familia de él (“tu padre dice que eres inocente, que “la chicas se violan a sí mismas”) y, en general, de toda la sociedad (“¿Por qué estaba sola, llevando la camisa tan desabrochada? / dicen “los chicos son así” / sordos a la palabra “no”). Stella Donnelly escribió esta canción sobre una amiga, pero tristemente es una situación tan común y que se extiende a otro tipo de abusos no necesariamente físicos, que toma un cariz universal.

Esa canción es todo un himno feminista de la australiana y, como punto culminante de su EP debut de 2017, ‘Thrush Metal’, y también de este álbum de debut, ‘Beware of the Dogs’, marca un canon para ella. Y, efectivamente, ese paso de lo íntimo a lo general nutre buena parte de las canciones de este disco y se convierte en una huella personal: lo hace de nuevo en otro contundente alegato feminista, ‘Old Man’, basada en su propia experiencia con algún ejecutivo de la industria musical para dibujar a ese hombre maduro que emplea su poder y sus privilegios para forzar favores sexuales de mujeres jóvenes; lo hace también en ‘U Owe Me’, donde habla de un jefe que tuvo en un pub que, además de escatimarle la paga semanal, se pajeaba mirándola por el circuito cerrado de TV mientras servía cervezas; o en ‘Tricks’, donde retrata con comicidad a los pesados padres de familia cis-heteros que interrumpían pidiendo a gritos sus canciones favoritas (dice haber tocado ‘Wonderwall’ hasta hartarse) en los conciertos de versiones que hacía los domingos por la tarde en su Fremantle natal antes de dedicarse a la música profesionalmente.

Todas ellas son episodios que ejemplifican esa violencia machista a la que se somete diariamente más de la mitad de la Humanidad… pero, reconoce, ella misma goza de los suficientes privilegios como para no poder representar a todas las mujeres. Por eso, en realidad, ‘Beware of the Dogs’ no puede entenderse como un disco con una sola faceta, la reivindicativa, ni un único estilo lírico. De hecho, además de que hay varias canciones bastante menos específicas, de una poesía más abstracta (la propia ‘Beware of the Dogs’, ‘Watching Telly’ o ‘Die’), Stella también muestra cierta modestia al cantar puntualmente a situaciones puramente personales. No sólo al amor (fantástica ‘Mosquito’, en la que también se expresa de una manera bien directa: “uso mi vibrador pensando que eres tú”), sino al desamor (’Allergies

’ la escribió tras una ruptura, y en la toma vocal podemos escucharla sollozar y sorber los mocos) e incluso a cosas mundanas como las incómodas reuniones familiares de Navidad (soberbia ‘Season’s Greetings’, donde se enfrenta a alguien de su familia que le dice que debería “ser más como su madre” y que termina entre improperios, mandándole/a a “tomar por culo”, literalmente).

Del mismo modo que el perfil lírico de ‘Boys Will Be Boys’ no es el único que muestra Donnelly en ‘Beware of the Dogs’, tampoco lo es el de su sonido espartano combinado con tenues arreglos y su voz dulce pero poderosa. Es un recurso precioso, que ella domina (su vibrato impresiona) y emplea con cierta frecuencia (las citadas ‘Mosquito’, ‘Allergies’, ‘U Owe Me’, ‘Face It’), pero este es un disco mucho más rico de lo que parece, como ya demostraba ‘Lunch’, fabuloso adelanto sobre la nostalgia de estar de gira, repleto de bonitos arreglos. Un camino similar, más rockero con un espíritu tradicionalista, que sigue también en ‘Tricks’ o ‘Season’s Greetings’, cuya tesitura vocal se asemeja sorprendentemente a la de Lily Allen, una artista que parece en sus antípodas artísticas pero quizá no lo esté tanto ni lírica (ya conocemos la concreción verbal de la británica) ni musicalmente (quizá sea por el empleo de cajas de ritmo y tecladillos muy sencillos, pero ‘Die’ y ‘Watching Telly’ vuelven a evocar encantadoramente a la intérprete de ‘Alright, Still’).

Aunque en muchos momentos ‘Beware of the Dogs’ sea lo que entendemos como el clásico disco de cantautora, no lo es de manera tan clara, y muestra a una artista muy singular (un bien escasísimo en el pop actual), con una voz propia y poderosa, en todos los sentidos. Quizá sólo cabría pedirle algo más de brillo en todas las composiciones (es perceptible el salto entre los temas más destacados y los que están simplemente bien), pero eso no implica que no se disfrute la mar de bien de cabo a rabo. Sólo cabe esperar que siga creciendo igual de bien.

Calificación: 7,9/10
Te gustará si te gustan: las boygenius, Feist, la Lily Allen menos popstar.
Lo mejor: ‘Boys Will Be Boys’, ‘Lunch’, ‘Mosquito’, ‘Tricks’, ‘U Owe Me’, ‘Old Man’
Escúchalo: Spotify

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Publicado por
Raúl Guillén