El primer adelanto de este nuevo disco ha sido ‘OPEN SEA’, una canción que, si bien en un primer momento no llamaba la atención tanto como uno esperaba, poco a poco ha ido ganándose nuestro favor, revelándose como un himno que consolida a la sueca como una suerte de icono del pop bailable a lo Robyn… si esta fuera un alienígena que hubiera aterrizado en un mundo fantástico de hadas, magia y seres oscuros. Algo parecido retrata el clip oficial de la canción que, en realidad, parece reproducir figuradamente el contenido de su letra: habla sobre un ser que deliberadamente se embarca en un viaje cargado con todas sus posesiones y riquezas que, en su travesía, ponen en riesgo la estabilidad de su nave y, al final, su vida y la de los suyos.
Dándole un contexto real y humano, podría leerse como una metáfora de la Humanidad y su postura destructiva hacia el medio ambiente –simbolizada por esa planta que languidece en el interior de su cápsula–, lo cual la hace espeluznante (especialmente con esa frase «el despreocupado nudo que sabía que no nos sujetaría»). Sin embargo Jonna Lee reveló a Billboard que para ella tiene una implicación más íntima: “la canción habla sobre perderlo todo y estar aturdido antes de reaccionar. Bastante parecido a mis sentimientos hacia el estado del mundo en estos momentos. Lo escríbí tratando de curarme tras un duro trance», explica.
En definitiva, ‘OPEN SEA’ se ha ido revelando como un gran grower, una construcción monumental a base de sintetizadores cimentada en una melodía de corte clásico –a veces evoca a Kate Bush, otras a Fleetwood Mac–, logrando un nuevo himno de Lee. Himno que, además, presentará este fin de semana en un único concierto en Barcelona, en la Sala Razzmatazz –con el interesante Tungorna como telonero–. Es parte de un tour que ionnalee ha conseguido producir gracias a un proyecto de crowdfunding, de manera bastante singular. Como todo lo que envuelve a esta artista.