Sin embargo, esto no quiere decir que sea un disco simple, ni austero. Como ha demostrado en otras obras de un corte similar (en buena medida, remite a aquel ’La Mémoire Neuve’ que a muchos nos hizo enamorarnos de su universo para siempre), Ané puede desplegar en solitario dosis de una belleza tan evocadora como con una banda completa. O más. Con una precisa e imaginativa combinación de guitarras acústicas y eléctricas, exquisitamente arregladas, algún sutil teclado ambiental sus melodías, y ecos contemporáneos de chanson, alcanza nuevas cumbres personales.
En esa tesitura comienza ‘La Poésie’: “La poesía se ha ido / sospecho que ha pasado por tu casa”, arranca, inspirándose en la muerte de Leonard Cohen. Un Cohen que también parece aludido en los arpegios y el estilo lírico de ‘Comme Au Jour Premier’ y ‘Le Ruban’, dos muestras del poder de la sencillez. Las preciosas ‘Comme L’Encre’ (engalanada por una bonita combinación de sintetizador y una cromática guitarra) y ‘La Route Vers Toujours’ (con exquisitas pinceladas de piano) se suman a lo mejor de ese perfil intimista y melancólico que, como muestra ‘Le Soleil’, también puede llegar a ser algo plomo. Quizá por eso y porque ni en la carrera de Dominique A las cosas nunca han sido o blancas o negras, ‘La Fragilité’ no es todo lo bucólico y apacible que pudiera parecer en un principio. Del mismo modo que ‘Toute Latitude’ tampoco era un monolítico álbum de rock, sino con múltiples recovecos.
Porque también hay espacio para cajas de ritmo próximas al hip hop y bajos sintéticos imponentes que se apoderan de una parte del disco. Y no sólo para crear con ellas un fuerte contraste al contraponerlas con una voz queda (casi susurrada) y sonidos acústicos, como en el corte final que da nombre al album o ‘La Splendeur’. Sino también para aproximarse al pop, como en los singles más claros del disco, ‘J’Avais Oublié Que Tu M’Amais Autant’ (quizá la canción de amor más directa y arquetípica que haya escrito nunca) y ‘Le Temps Qui Passe Sans Moi’. O para, con la vida rural (no romantizándola, sólo porque sí, sino mostrando sus claroscuros, con respeto) como telón de fondo, mostrarse en ‘Le Grand Silence de Campagnes’ y ‘Beau Rivage’ tan reconocible como rearmado.
‘La Fragilité’, explica Ané, alude a la manera en que tendemos a ocultar nuestras debilidades. Lo cual, lejos de hacernos más fuertes, nos vuelve inseguros. Una inseguridad que con frecuencia se traduce en odio y violencia hacia nosotros mismos o hacia los demás. Está convencido de que si mostráramos esa “fragilidad” abiertamente, seríamos más fuertes, mejores. Y si el ejemplo es la sensibilidad que él exhibe en este disco, desde luego que estamos ante una de sus mejores versiones. Y, lo que es mejor, ya le conocemos unas cuantas de estas. Dominique A presentará ambos trabajos –aunque viene sin banda y los escenarios parecen más propicios para el repertorio de ‘La Fragilité’– la próxima semana en España: el 1 abril actúa en Madrid (Teatro Lara), el 3 abril en Barcelona (Sala Apolo), el 4 abril en Zaragoza (Teatro El Mercado) y el 5 abril en Valencia (Teatre El Musical).
Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘La Poéisie’, ‘J’Avais Oublié Que Tu M’Amais Autant’, ‘Comme L’Encre’, ‘Le Temps Qui Passe Sans Moi’, ‘La Route Vers Toujours’
Te gustará si: prefieres al Dominique A más acústico y bucólico.
Escúchalo: Spotify