Dominique A / Toute Latitude

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Dominique A / Toute Latitude

A sus 50 años, con tres décadas dedicadas a la música, Dominique Ané sigue teniendo el impulso y la necesidad de contar algo nuevo. Lejos de esos artistas que se secan, le saldrán discos mejores o peores, pero no es de esos que entienden que ya han dado lo mejor de sí mismos y se dedican a exprimir su notable catálogo. Así, el pasado año publicó nada menos que dos álbumes diferenciados, aunque pertenecen a la misma etapa creativa. Primero ‘Toute Latitude’, un álbum pensado para ser interpretado con banda –tal y como se hizo en estudio, con su grupo habitual– en salas de conciertos; y después, a finales de año, ‘La Fragilité’, un disco de corte más intimista, para ser interpretado en teatros. Y no sólo eso: hasta tal punto estaba creativamente desatado, que cada uno de los dos volúmenes incluye un segundo CD complementario, con otros 8 temas inéditos cada uno –nada de demos o outtakes: son canciones con entidad propia y un sentido de conjunto–. Seco desde luego que no está.

‘Toute Latitude’, el primero de estos álbumes, supone un planteamiento muy distinto al de ‘Éléor’, el fantástico disco que publicó en 2015. Si aquel podía definirse como el trabajo más abiertamente pop rock de su carrera, este disco supone –pese a ese carácter orientado al sonido de banda– una muestra de su carácter más introspectivo y oscuro. Es un disco no demasiado generoso en lo melódico, a menudo más esforzado por conseguir un ambiente dramático, salvo contadas excepciones: con el precioso tema titular a la cabeza, apenas la preciosa melodía –enfrentada a un bajo rocoso– de ‘Aujourd’hui N’Existe Plus’, la galopante ‘Désert D’Hiver’ y el espíritu soleado de ‘Enfants de la Plage’ destacan del conjunto por su inmediatez.

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Y es que ‘Toute Latitude’ es un disco que parece embargado por cierta melancolía y pesimismo. O, como mínimo, seriedad. La que le lleva a confrontar el fin del amor (‘Lorsque nous vivions ensemble’, basada en el manga ‘Dôsei Jidai’, de Kazuo Kamimura), la soledad (‘Désert D’Hiver’), la muerte de un ser frágil (‘La Mort D’Un Oiseau’) o el maltrato animal y la ecología (en la narrativa ‘Corps de Ferme À L’Abandon’ y ‘Se Décentrer’). Aunque quizá lo más llamativo de todo es que, pese a su propuesta de ser un disco de sonido grande, coral, a menudo muestra un carácter doméstico, como si hubiera sido grabado por Dominique en solitario, ayudándose de teclados y cajas de ritmo.

Estos instrumentos protagonizan buena parte del álbum, con un desempeño próximo al kraut y al tecno más primitivo, como muestran ‘Cycle’, ‘La Clairière’ o ‘Les Deux Côtes D’Une Ombre’, trasladándonos casi a la austeridad de sus inicios y discos como ‘La Fossette’. No siendo un mal disco –algo que no parece estar a su alcance, especialmente dado su esmero poético, de lo más destacado del álbum–, ‘Toute Latitude’ sí es uno de los discos más desapacibles de Dominique A. Quizá por eso está más que justificado lo que propone en el reverso de este, ‘La Fragilité’. Dominique A presentará ambos trabajos –aunque viene sin banda y los escenarios parecen más propicios para el repertorio de ‘La Fragilité’– la próxima semana en España: el 1 abril actúa en Madrid (Teatro Lara), el 3 abril en Barcelona (Sala Apolo), el 4 abril en Zaragoza (Teatro El Mercado) y el 5 abril en Valencia (Teatre El Musical).

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Calificación: 6,9/10
Lo mejor: ‘Toute Latitude’, ‘Aujourd’hui N’Existe Plus’, ‘Désert D’Hiver’, ‘Lorsque nous vivions ensemble’
Te gustará si: no te conformas con un Dominique A complaciente, sino que prefieres el que busca nuevos espacios.
Escúchalo: Spotify

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