Cine

‘Cementerio de animales’: deja a los muertos marchar, deja a los libros estar

Llega a los cines el «remake» de una novela de Stephen King de los años 80 que en verdad ya había sido adaptada a la gran pantalla en aquella misma década por Mary Lambert. La revisión de ‘Cementerio de animales’ en manos de Dennis Widmyer y Kevin Kolsch (‘Starry Eyes’, ‘Absence’) podía ser una buena idea, pues no es una obra tan conocida como ‘El resplandor’ o ‘Carrie’; pero podía ser una mala también si recordamos qué tal le fue al «remake» de esta última. Quiero decir, si recordabas que tal cosa existió hace unos años.

El debate sobre el bullying en las aulas había sido la excusa para volver a traer a la palestra aquella cinta; y aunque ‘Cementerio de animales’ no permite una nueva lectura de tan vibrante actualidad, trata un tema que nunca dejará de estar de moda: el miedo a la muerte y al más allá, el modo en que puede condicionar nuestra vida, o la forma adecuada en que enfrentar a nuestros hijos y sobrinos a todo esto. ¿Ha de ser un tabú o afrontarse con naturalidad? ¿Es positivo o negativo que los menores que dependen de nosotros nos vean titubear ante un asunto tan importante? ¿Hasta qué década de qué siglo seguiremos tentados de usar frases hechas como que «los muertos van al cielo»? El matrimonio con dos hijos protagonista de esta película tiene dos formas de ver las cosas muy distintas (él es médico, ella está traumatizada por la muerte de su hermana cuando eran pequeñas) y es interesante comprobar cómo este tema permanecerá vigente durante mucho tiempo. Mientras una dice que los muertos están en un lugar mejor; el otro, atónito, se pregunta: «¿en serio?».

Por desgracia, Dennis Widmyer y Kevin Kolsch han hecho poco más que adaptar esta obra con unos cuantos cambios en el guión para que los fans de la novela o la película no se aburran del todo averiguando a cada instante qué va a suceder. El desenlace del remake es bastante carismático e inolvidable. Por lo demás, ni han dado a la cinta una pátina estética que la enriquezca ni un carácter deliberadamente kitsch. Los momentos cómicos, que los hay, máxime si ves la peli con el pésimo doblaje que se ha realizado al castellano, parecen involuntarios. Así, la nueva versión de ‘Cementerio de animales’ es la mayoría de las veces un cúmulo de ocasiones perdidas que va desde los propios hijos desde el principio hasta los padres hacia el final pasando por el vecino Jud (la primera aparición de John Lithgow es bastante chanante), salvándose únicamente el gato Church, que era una genialidad de «personaje». La pareja de directores ha preferido ofrecer una peli palomitera concentrada en el ritmo (que tampoco está nada mal) y, por supuesto, en un par de sustos tontos. 5.

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Publicado por
Sebas E. Alonso