Ya no están en BCore aunque pareciera su espacio natural y, huyendo de los plazos y las presiones de la industria, se han lanzado a los caminos de la autoedición, quizá oliéndose que, en este momento histórico y por el tipo de música que hacen, les va a ir más o menos igual. Con todo, en ‘Balanceo’ citan como referencia el perfeccionismo pop de Prefab Sprout, y aunque la impronta de los autores de la paródica ‘Cars & Girls’, que precisamente se reía de los estándares del rock, no se note tanto, sí que percibimos perfectamente a unos Cala Vento más abiertos a la melodía perfecta, al uso de bajos (no solo guitarra y batería), incluso instrumentos de metal y hasta al rap como se veía perfectamente en el single ‘Todo’, en el que invitaban a participar a Candido Gálvez de Viva Belgrado.
Un punto clave en la gestación de este disco para el dúo formado por Joan Delgado (batería y voz) y Aleix Turon (guitarra y voz) fue ese momento en que se dieron cuenta de que las canciones que tenían para él les aburrían desde antes de enfrentarse a la mismísima grabación. Como explican en las entrevistas, por ejemplo en el imprescindible «canción por canción» que han hecho para El Quinto Beatle, también tenían la intención de hacer un álbum más producido, con las baterías más trabajadas y más capas de guitarra, lo que se tradujo en que el disco, en lugar de ser grabado en 4 días como los dos primeros, lo fue en 20 en distintos estudios y ciudades, de Motril a Sant Feliu de Guixols, pasando por Barcelona.
Sigue siendo poco tiempo, y como consecuencia de ello aquí seguimos encontrando a los Cala Vento de siempre, pero también hallamos a otros nuevos, como es muy perceptible en el tema inicial, ‘Un buen año’, en el que empezamos en acústico y después terminamos incorporando vientos; muy especialmente en ‘La importancia de jugar al baloncesto’, un tema enteramente acústico en el que tiene un protagonismo inusual una nostálgica trompeta; o el tema que sucede, ‘Fin de siglo’, con la ternura ya vista en otros temas de Cala Vento llevada al extremo, en este caso para hablar del hipotético fin de la banda, solo como forma de exaltar la amistad y de darle a esta la importancia que tiene y que no sale tan habitualmente en las letras de otros. «Lo que hemos hecho hasta ahora lo podéis pasar por la trituradora», habían retado antes en ‘Solo ante el peligro’.
Y ese es precisamente otro de los puntos fuertes de ‘Balanceo’. Asentada su vida personal, el álbum trata otros temas ya tocados por la banda, como la amistad y la música dentro de la banda, o la política, con más ahínco. Y eso ha dado lugar a algunos de los «hooks» más certeros de Cala Vento, donde se asoman algunas de las frases que serán más coreadas en sus conciertos durante los próximos meses. «Un buen año lleno de amor, lleno de lo que nunca tuve» y «un buen año lleno de rock» del mencionado corte inicial; «o lo tomas o lo dejas, esto es como las lentejas» de la política ‘La comunidad’; el guiño a Eugenio de la un tanto funky ‘Do de pecho’; «La oportunidad era grande» de la contagiosa ‘Solo ante el peligro’; o la crítica de las redes sociales de ‘Remedio contra la soledad’ («mira qué hago hoy, míralo todo el rato. Máxima difusión de todos mis retratos») son algunos. Como también el «molaría verte hoy» de ‘Gente como tú’, que culmina con un extático «¡uoooooh! ¡uooooh! ¡uoooooh!». Entre todos construyen un disco rico, de nuevo entrañable como ellos y fiero al mismo tiempo, que a través de sus pequeños detalles, abre un mundo de posibilidades para el futuro de Cala Vento, un dúo que no puede caer más simpático. O si no, atentos a esa pista sorpresa llamada ‘Liquidación total’ en la que colabora Lluís Gavaldà de Els Pets.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Todo’, ‘Gente como tú’, ‘La comunidad’, ‘Un buen año’, ‘Fin de ciclo’
Te gustará si te gusta: Weezer, Japandroids, los anteriores
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