La carta empieza: “La aceptación de Madonna de actuar en el festival de Eurovisión en Tel Aviv en mayo plantea, de nuevo, cuestiones de ética y política fundamentalmente importantes para cada uno de nosotros que debemos contemplar”. Waters procede a hablar en general sobre las razones que muchos artistas esgrimen para actuar en Israel, como “construir puentes”, llamándolos “basura”: “actuar en Israel es lucrativo, pero sirve para normalizar la ocupación, el apartheid, la limpieza étnica, la encarcelación de niños y el asesinato de manifestantes no armados: todas esas cosas malas”.
Waters se defiende también de las personas que critican su posición de Israel por antisemita, explicando que condenar la opresión de Israel hacia Palestina no le hace antisemita de la misma manera que condenar a Myanmar por su trato de la comunidad rohinyá no le hace anti-budista. La carta del músico termina: “insto a todos los concursantes, de hecho a toda la gente joven, de hecho a toda la gente y mayor, lo cual incluye a Madonna, a que se lean la Declaración de los Derechos Humanos” para “salvar nuestro hermoso planeta de una destrucción inminente”.
Cabe recordar que la actuación de Madonna en Eurovisión está confirmada por BBC y Live Nation Israel, pero no por la propia Madonna ni por la Unión Europea de Radiofusión.