Quien dejó a toda la prensa estupefacta fue Abdellatif Kechiche en su vuelta a Cannes tras ganar la Palma de oro por esa obra maestra llamada ‘La vida de Adèle’. ‘Mektoub, My Love: Intermezzo’ es la segunda parte de un ambicioso proyecto (la primera fue la interesante ‘Mektoub, My Love: Canto Uno’) por el que ha tenido que empeñar aquel galardón para conseguir financiación. Si la primera parte era una absoluta reivindicación de su mirada heterosexual masculina sobre el cuerpo femenino, en esta ya roza lo grotesco. La película dura tres horas y media, de las cuales media hora es una conversación de varios jóvenes en la playa y las tres horas restantes dentro de una discoteca en la que, además, hay veinte minutos de un cunnilingus real en un baño. Y si nos ponemos a contar, prácticamente hora y media son planos de chicas –vestidas con un top escotadísimo y shorts con los que se les ve medio culo– haciendo twerking. Kechiche filma tan bien que incluso consigue que durante la primera hora prestes interés a lo que te está contando. Pero pronto se pierde por culpa de un ejercicio de cine tan radical como ridículo, que no lleva a ninguna parte y cuyo propósito no parece más que el de provocar. Agobia, agota e indigna a partes iguales. Un despropósito con el que su director deja una incógnita: ¿qué rumbo podrá tomar la tercera parte después de esto?
La ganadora del Gran Premio del Jurado, ‘Atlantique’, opera prima de la cineasta senegalesa Mati Diop es un acercamiento muy singular al drama de la inmigración. Su principal acierto es no caer en una representación explícita de la miseria, sino centrarse en una trama mucho más personal e íntima. La película comienza con Ada, de 17 años enamorada de Suleiman, y él de ella. Sin embargo, ella se va a casar en diez días. Un día Suleiman, sin avisar se va en una patera a buscar una vida mejor, y Ada comienza un viaje personal en el que se enfrenta al amor y la pérdida de un ser querido. Diop tiene un estilo tremendamente personal y poético, y aunque este trabajo quizá tenga demasiadas ideas como para que todas funcionen, despierta una gran curiosidad por lo que la directora podrá ofrecernos en un futuro.
En la Quincena de Realizadores se presentaba ‘Yves’, una película de Benoît Forgeard sobre un joven aspirante a rapero que se muda a casa de su abuela para poder terminar su primer álbum. Allí, un día recibe la visita de So, quien trabaja para la compañía Digital Cool y le convence para probar una nevera con inteligencia artificial llamada Yves. La premisa es muy loca y prometedora, pero el humor que emplea es mucho menos inteligente que su interesante concepto. Acaba siendo más tonta que divertida. Y también excesivamente larga.
Una vez conocidos los premios tanto de Una cierta mirada como de la Sección oficial, podemos decir que ha sido un año glorioso para el cine español. Las tres películas presentadas se han llevado premio. Es cierto que el merecidísimo premio a Antonio Banderas por ‘Dolor y gloria’ sabe a poco, pues nunca el manchego lo había tenido tan fácil para ganar la Palma de oro. Pero ‘Parasite’, de Bong Joon-ho, es una película que funciona como un tiro y que encantará a los fans de los thrillers llenos de giros de guion. Es la primera película coreana en ganar el máximo galardón en Cannes. El resto del palmarés en la sección oficial fue bastante decepcionante, dejando sin premiar a las películas de Quentin Tarantino, Terrence Malick, Diao Yinan y Xavier Dolan. Especialmente llama la atención el premio a mejor dirección a los Dardenne, que se siente bastante innecesario porque no es nada que no hayan hecho antes y es una obra menor en su filmografía. Además, había muchas puestas en escena este año que lo merecían más. Así se repartieron los premios:
Palma de oro: ‘Parasite’, de Bong Joon-ho
Gran Premio del Jurado: ‘Atlantique’, de Mati Diop
Premio del Jurado: (ex aequo) ‘Les misèrables’, de Ladj Ly y ‘Bacurau’ de Kleber Mendonça Filho y Juliano Dornelles
Dirección: Jean Pierre y Luc Dardenne por ‘Le Jeune Ahmed’
Actor: Antonio Banderas por ‘Dolor y gloria’
Actriz: Emily Beecham por ‘Little Joe’
Guion: Céline Sciamma por ‘Portrait of a Lady on Fire’
Mención especial del jurado: ‘It Must Be Heaven’, de Elia Suleiman
FIPRESCI: ‘It Must Be Heaven’ de Elia Suleiman
Cámara de oro (mejor opera prima): ‘Nuestras madres’ de César Díaz
En Una cierta Mirada, el jurado estuvo mucho más acertado, premiando a algunas de las mejores películas que se vieron en la sección:
Mejor película: ‘La vida invisible de Eurídice Gusmâo’, de Karim Aïnouz
Gran Premio del Jurado: ‘O que arde’ de Oliver Laxe
Premio especial del Jurado: ‘Liberté’ de Albert Serra
Mención especial del Jurado: ‘Jeanne’ de Bruno Dumont
Mejor director: Kantemir Balagov por ‘Beanpole’
Mejor interpretación: Chiara Mastroiani por ‘Chambre 212’
Premio Coup de Coeur: (ex aequo): ‘La femme de mon frère’ y ‘The Climb’
FIPRESCI: ‘Beanpole’ de Kantemir Balagov
Termina así el festival de Cannes, donde más allá del sabor agridulce que pueden dejar algunos de los premios, ha habido un notable nivel de cine.