El anuncio de este nuevo trabajo se menciona muy de pasada en una entrevista publicada por The Guardian en la que su música casi parece lo de menos, entre sonadas declaraciones sobre el declive medioambiental («Sí, será malo para mis nietos. Pero es que no los conozco todavía. Tal vez sean una pandilla de hijos de puta”), Brexit (“solo hay una puta cosa peor que un idiota que votó sí al Brexit: el número creciente de gilipollas que quieren anular ese voto»), feminismo («Cuando tienes una hija adolescente es mejor que lo seas rápidamente. Viene a mis conciertos con sus amigas adolescentes y… son otra cosa créeme. Pueden hablar contigo lúcidamente, sin perder el hilo de la conversación, mientras se escriben mensajes con alguien en Ghana y compran un par de zapatos y escuchan música al mismo tiempo. ¿Quién ha inventado a esta gente?”)… y su hermano Liam.
Para este reserva las peores descalificaciones («Me gustaba mi madre hasta que tuvo a Liam» o «Creo que nunca he sentido tanta vergüenza de un hombre en mi vida», aludiendo a su reciente actuación en Glastonbury), aunque según él están justificadas porque, dice, envía mensajes amenazantes a su hija y esposa: «No es la primera vez que Liam envía mensajes a mi hija o deja mensajes de voz amenazantes en el contestador de mi esposa. Cuando amenaza a mi pareja por medio de mi hija adolescente, pienso: «Si no fueses una estrella de rock, si fueses alguien que trabaja en un garaje, recibirías una visita de la policía»».