Y tiene un enorme mérito, porque estas seis canciones cumplen perfectamente su cometido: a la par que hacen reflexionar sobre el papel de los hispanohablantes en la sociedad norteamericana, lanza una imagen llamativa, no exenta de humor, que se basa y a la vez derriba los tópicos de “lo latino”, sobre un fondo musical más o menos reconocible y machacón. Digamos, resumiendo, que se sitúa en un punto intermedio entre el discurso lírico de Xenia Rubinos y el descaro bailable de Maluca. A esta remite claramente cuando canta eso de “tigeraso” en ‘Tigre’, el corte que abre el disco y que no es ni mucho menos nuevo: fue el tema que prestó –muy apropiadamente– para aquel disco que en 2016 celebraba la sitcom ‘Broad City’ –basado en el célebre ‘Que me coma el tigre’, popularizado por Lola Flores y El Pescaílla y que en realidad es obra del colombiano Eugenio García Cueto–.
Es muy coherente incluir aquí este single, claro, porque en realidad todo el EP se debate en ese aire moombahton que resultaba tan fresco hacia la mitad de esta década. Por ahí redundan las machaconas ‘Face’ y ‘Bilingual’, producidas por Nick Sylvester (Shamir, Yaeji, Mai-Lan –que co-escribe precisamente la segunda–), y no se desvían demasiado ‘Malcriada’ y ‘Knock Out’, si bien estas tienen un rico toque jamaicano, muy Santigold, en sus guitarras y coros. Si por algo decepciona ‘Malcriada’ es, más que por sonar algo fuera de onda (que también: se diría que llega unos 2 o 3 años tarde, al menos), por ser demasiado lineal. Por eso sorprende aún más la decisión de dejar fuera dos singles como ‘Catch Me’ y ‘Única’, que precisamente aportaban enfoques algo distintos a estos sin dejar de ser perfectamente coherentes.
Así, las cosas, ‘Identity Crisis’ resulta ser la mejor canción del conjunto. Primero, porque es la más ingeniosa en el uso de ganchos, percusiones y melodías y fusionarlos en algo carismático y poderoso. Y segundo, porque, en su comicidad, es la que presenta un planteamiento más serio de la dualidad que viven muchos hispanos nacidos en el seno de familias migrantes: la lucha interna por preservar sus raíces a cambio de ser marginados o adoptar las costumbres y la estética caucásica a cambio de una mayor integración pero rechazando su identidad. Su divertido uso del spanglish, se convierte en la gran bandera de Jarina en su propuesta artística, pero quizá ningún otro tema logra enviar un mensaje tan potente. Eso sí, sus casi 20 minutos se prestan a menear el culo sin reparar en nada más, y eso no se (ni nos) lo quita nadie.
Calificación: 6,4/10
Lo mejor: ‘Identity Crisis’, ‘Knock Out’, ‘Malcriada’
Te gustará si te gustan: Major Lazer, Maluca, Princess Nokia, Santigold.
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