«religion» no ha dejado de ganar enteros desde que se presentara al público a principios de verano. Su sección de cuerdas es absolutamente exquisita, y una de las mejores muestras de esa inspiración en el sonido de los años 70 que ha inundado este nuevo álbum de la cantante. Es además la canción que mejor recoge las inquietudes religiosas de Shura, como está indicando estos días en las entrevistas promocionales, donde está explicando cómo ha querido hacer una analogía entre la devoción religiosa y el amor, el que siente por su chica, a la que ha conocido a través de la red y por la que ha decidido mudarse a Estados Unidos, como narra en las letras de todo el álbum.
Lo que tenía menos planeado es que el vídeo producido por Canada haya estado a punto de llevarse su carrera por delante, sobre todo en Estados Unidos. Como ha explicado en The Independent
, hay quien ha interpretado que su vídeo está relacionado con la teoría de la conspiración QAnon según la cual algunos actores y políticos estarían involucrados en una red de pederastia. Según esa teoría se estaría sacrificando a niños en piscinas, y por ello el plano del vídeo con monjas bailando en la piscina ha cabreado a mucha gente. “Hay gente que piensa que en el vídeo me estoy burlando de esto. He tenido que borrar muchos comentarios. Decían que yo era transgénero, lo cual me pareció realmente transfóbico. Ha sido realmente desagradable. Esperaba enfadar a algunos católicos pero no esto”.La cosa ha llegado hasta el punto de que Shura se ha replanteado su carrera: “el “backlash” me ha hecho preocuparme por mi gira en Estados Unidos. Yo no actúo en grandes estadios, sino en pequeños clubs. Y me pregunté: ¿vamos a vender las entradas, pero porque un montón de gente de QAnon va a venir a intentar matarme?”. Aunque probablemente las cosas se hayan relajado en las últimas semanas, Shura indica: “es una época rara para escribir sobre enamorarte en América”.