Música

Rombo / Clara Montse Núria

Rombo son uno de los grupos que conforman el maravilloso territorio pop de El Baix Llobregat. En 2015, el (entonces) cuarteto sacó un álbum homónimo bastante notable. Pero tras la repercusión suscitada, parecía que el proyecto no iba a ir a más… hasta el pasado mes de mayo, en que editaron este nuevo disco. Cuatro años podrían parecer mucho para una propuesta tan inmediata; además, perdieron a su batería, Anna Bosch. Pero en ‘Clara Montse Núria’ exhiben un entusiasmo adolescente. Que hayan decidido titular al disco con sus nombres es una muestra de reafirmación, un acto de orgullo y de reivindicación, cristalizado en una obra mínima en tiempo; 18 minutos y 8 temas, pero persistente en sabor.

Si el debut homónimo era más sosegado, con un aire más doméstico, este álbum tiene una pegada mucho más amateur, al menos en aspecto, y está más cerca del noise ochentero, con arrebatos punk. Y si ya habían enseñado un gran dominio de las melodías, aquí se superan producidas de nuevo por David Rodríguez, quien, además, se ha encargado de las percusiones, sustituyendo la batería “analógica” por ritmos midi. Esto se nota en el sonido, más lo-fi aunque, lejos de perder empaque, han ganado en aura. Las letras tienen menos peso, la voz de Clara Molins a veces está más pasada por filtros, lo que la vuelve más ininteligible. Y que sean menos explícitas las hace más sugestivas. Así, con tan poca infraestructura, construyen unas canciones aparentemente ligeras y naïves, pero con ese punto de malicia que las hace irresistibles.

El primer tema, ‘Aràcnids’, rezuma riffs sucios pero encantadores, y unos teclados juguetones para una historia de terror sobre arañas devorándote hasta los huesos. ‘Millor’, con su letra que es una fina ironía sobre esa dicotomía entre declararte “muy normal” y el creerte mejor que los demás, es otro tiro fresco a voces dobladas, y extrañamente melancólico, a pesar de su aceleración. ‘Joies’, con su pequeño crescendo emocionante, es otra melodía perfecta en la que la voz de David Rodríguez asoma, tímidamente. ‘Claror’ arranca a lo Jesus and Mary Chain, y las falsas baterías suenan a chatarra, pero eso le da un encanto especial, al jugar con las guitarras distorsionadas y los teclados (también oxidados). Los primeros Planetas asoman en el estribillo de ‘No hi és’. Y el disco tiene el cierre en la hipnótica y algo críptica ‘Torreblanca’, el tema más largo (¡y a penas supera los tres minutos!) y en el que casi se percibe la calima emanada por una tarde de verano especialmente calurosa y sosegada. Rombo siguen obstinadas en dejar huella a base de ser aparentemente livianas. Pero solo aparentemente.

Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Aràcnids’, ‘Millor’
Te gustará si te gustan: La Estrella de David, Les Sueques, Melenas
Escúchalo: Spotify, Bandcamp

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Publicado por
Mireia Pería
Tags: rombo