Este es el primer disco que produces con alguien diferente en mucho tiempo, René de Axolotes Mexicanos. Cuéntame en qué podemos notarlo. Por ejemplo, ‘Me envenenas’ parece algo que podías haber hecho con David (Rodríguez).
No sé. Mi sello son mis canciones, mi voz. Y a René tampoco le he dicho: «haz lo que te dé la gana», hemos trabajado juntos y se ha adaptado a mis gustos. Se nota en que él usa sonidos que David no utilizaba. Por ejemplo él está más suelto en ‘La verdad’, que es la primera que hizo, en ese rollo cinematográfico.
Me he apuntado algunos detalles del disco para preguntarte, como las campanas de ‘Te quiero’…
Eso es que le dije: «me gustan unas campanas de una canción de Lana del Rey, ¿me las puedes poner?» (risas) Soy muy fan. Me encanta, me gustan todas sus canciones.
¿Qué te ha parecido el nuevo? ¿Alguna favorita? ¿Te gustan todas, también?
El nuevo no lo he podido escuchar mucho. Hasta que no salga este disco no me puedo relajar, estoy haciendo mogollón de entrevistas… no estoy tranquila.
¿Cómo crees que verás este disco dentro de 10 años? ¿Qué crees que representará en tu carrera?
Dentro de 10 años te lo digo, Sebas. Necesitamos espacio para ver lo que acabamos de hacer. Todavía no tengo la distancia suficiente. Sí está el concepto que le he dado, el rollo esotérico que lo envuelve, como mágico. En cuanto a sonido hemos querido que suene misterioso, mágico, cinematográfico…
¿Cuál fue la piedra angular de todo ese concepto?
Un montón de cosas que fui encajando como un puzzle. Un amigo me recomendó que leyera ‘Ángeles fósiles’ de Alan Moore, y este libro dice que la magia es un arte, que el arte es magia, que escribir es un acto de invocación, de transformación, de alquimia… Esto me llevó a pensar en las canciones como microhechizos. Y no solo las canciones, sino las palabras. Por eso a veces decimos «cuidado con lo que deseas». Hay que pensar en positivo. Estamos todo el rato lanzando hechizos al universo. Por eso se me ocurrió el concepto de disco-hechizo y puse una intro que está inspirada en Broadcast, en la banda sonora de ‘Berberian Sound Studio‘.
En la intro cantas en latín, ¿lo estudiaste en el instituto?
No, se lo pedí a Carlos Ynduráin. Lo hizo un amigo. Me inventé ese pequeño ensalmo y me lo tradujeron.
Cuando pusiste en Instagram, hace muchísimo, que tenías 10 canciones, suficientes para un disco según tú misma, ¿ya tenías este concepto?
Vino después, encajando una cosa con otra. Como soy muy fan de los libros de La Felguera, me pregunté quién hacía las portadas y contacté con Mario Rivière. Le dije que quería hacer un disco conceptual, esotérico. A Mario le encanta todo esto, quedé con él en mi casa y me puse a trabajar con él. La foto me la hizo Pablo Zamora. Es una portada que me gusta desde hace 10 años, de Lou Donaldson, del disco ‘Midnight Creeper’. Ya me gustaba para ‘Romancero’, pero la hicimos en plan chapuza. Luis (Calvo), que es supercreativo, quería meter un conejo en vez de un gato, pero no nos quedó bien. Y para este disco ya me encajaba todo, y era el momento. A Mario (Rivière) le dije que quería que al abrir el disco apareciera un altar, y que pudieras ver los hechizos. Está El Mago Cuentista, pero con mi cara, y el libro de hechizos con el hechizo protector… Mario se inventó un dibujo para cada canción. El disco también es superchuli con los gatos…
¿Esas canciones que tenías ya hablaban de esto?
‘La fuerza’ habla del hechizo, ya tenía todo flotando en mi cabeza…
Que dices que es la única castiza.
Porque el rasgueo de guitarra es muy ‘De momento abril’. Y a René se le ocurrió poner las palmas al final.
Fíjate que las palmas pensé que eran cosa tuya… Eso es que estabais bien integrados.
Bueno, integrados… René hace lo que le da la gana. Es supermajo pero hay que estar detrás de él, escribiéndole, llamándole.
He leído la entrevista que te ha hecho Tomás Crespo…
Es muy guay, no la he leído, pero estaba tan a gusto que al final me puse a llorar, hubo una superconexión y acabé llorando.
He leído lo de tu padre, que te llevaba a sesiones de espiritismo los domingos cuando tus padres se divorciaron.
Primero le dio como que era un mago, venía a casa mucha gente los domingos y hacían telequinesia, imposición de manos… Luego se hizo amigo de una medium, hacían la ouija, y a mí me dejaban en una habitación con los hijos de otra gente hasta que acababan las sesiones.
¿Y tú no participabas de las sesiones? Porque esto estaba bastante normalizado en los 80. Vendían ouijas en los supermercados, en mi casa teníamos.
No, de muy pequeña no.
¿Lo vivías con escepticismo, humor, normalidad, miedo…?
Normalidad.
¿Pero hoy en día crees en esas cosas?
Yo no. Hoy en día no creo. Me hace gracia, por la cosa esta pop de nuestra infancia.
Pero si hacían telequinesia, las cosas se moverían, desde luego la ouija sí, tendrás tu teoría…
No lo sé, no lo recuerdo. Se concentraban para mover cosas, para cosas de curación. Si lo hacían tanto, algo moverían pero yo qué sé cómo…
«Me meto tanto en el proceso de composición que no sé distinguir lo que me ha pasado de lo que no. Se me va un poco la olla con las canciones»
Este disco es de amor y desamor a tope, pero todos los tuyos lo son. No sé si este lo ves como más incluso de amor, desamor o ruptura.
Igual sí, pero no lo sé, no lo vivo muy diferente a otros… Sí, supongo que sí, claro. Le decía a otro periodista que me meto tanto en el proceso de composición que no sé distinguir lo que me ha pasado de lo que no. Se me va un poco la olla con las canciones.
También sueles decir que escribes en el momento más agrio, más intenso, más vehemente…
Más que eso es que me meto en una burbuja, estoy metida en la composición, lo sufro mucho y me meto dentro de la canción.
Sin entrar en algo demasiado privado, háblame de tus límites con la autoficción. Cuando dices algo tan concreto como «el jueves que te conocí», ¿eso puede ser ficción?
Pues a veces es real, y a veces es ficticio…
Has referenciado a Manuel Alejandro, pero no sé si con todos los «Te quiero» que hay en ‘Te quiero’, ahí estabas pensando más bien en Nino Bravo.
No me he fijado, pero me encaja ahora que me lo estás diciendo.
El uso que haces de la expresión es dramático y el disco acaba en «Te amo, te amo, te amo…»
Sí, sí, sí…
¿Qué más letristas te han inspirado?
Manuel Alejandro, José Alfredo Jiménez, Paquita la del Barrio… Lana del Rey, lo digo siempre. Me encanta. Ella lleva muy a la tierra todas las letras, da muchas explicaciones, le copio un montón, lo que pasa es que yo tengo mi estilo. Me inspira. Y para este disco Cigarettes After Sex. Les he copiado a mi manera porque me sé todas las canciones. Hablan mucho de piel, de contacto…
¿Crees que la gente habría pillado la referencia a Lana del Rey en tu música si no la mencionaras?
No.
Por eso igual lo dices todo el rato…
Porque no la fusilo…
Pero sí a New Order…
Lo de New Order es que me divierte. Voy a ellos siempre que tengo una letra pop, como la de ‘¿Qué?’. Estoy con la guitarra y veo que va a quedar bien. O en plan The Cure. Me pongo a New Order y se me ocurre otra. Pero por ejemplo ‘Miedo’ es Lana del Rey, la melodía tiene los mismos acordes que una canción suya.
¿Crees que el single ‘Qué’ es representativo de lo que encontramos en el disco?
Lo sé, lo sé, no es representativa… Lo sé, no quería sacarla la primera, pero viendo los vídeos que teníamos, era lo mejor. El de ‘Me envenenas’ me lo ha hecho Carlos Vermut, y me encanta, pero el vídeo es muy de autor y un poquito oscuro, y para hacerlo el primero… pues tampoco me quiero enterrar en vida (risas).
Te lo digo porque tus primeros singles siempre han sido una sorpresa, un cambio de estilo, en ese sentido estoy un poco decepcionado respecto a ‘7 días juntos’ que fue un shock.
Siempre he querido hacer eso, lo he intentado hacer cuando saqué ‘Arenas movedizas’, pero luego ‘A veces ni eso’ era la que más funcionó. En este caso pasaron factores…
Estabas más en el concepto del disco.
Supongo, sí.
¿Cómo ha sido trabajar con Diego de Carolina Durante?
Muy guay.
Tú has escrito también su parte, pero supongo que cuando quisiste meter a C. Tangana en ‘7 días juntos’ buscabas que él escribiera su propia parte…
Sí, eso sí. Pero a Diego le pasé la canción cantada por mí. Me dijo: «es un hitazo, tía, de verdad, me encanta». Quedamos y estaba supernervioso. Me decía: «estoy supernervioso».
¿Qué te parece el éxito de Carolina Durante cuando parecía que la gente joven sólo escuchaba trap?
Me encanta, me hace ilusión que haya gente joven que le guste y que sean jóvenes de verdad, porque los indies eran de treinta y muchos para arriba.
¿A ti te gusta todo por igual?
A mí me gusta todo, yo escucho todo.
¿Y esto ha sido así desde siempre?
Cuando era más joven, era más talibán. Era más indie, y lo que sonaba mainstream me daba repelús. Ahora escucho de todo: Rosalía, Shakira… A Shakira le he copiado una cosa. En ‘¿Qué?’, hay un «qué», que eso se lo he copiado…
Ya sé, la canción con Maluma.
Eso es un temazo.
Tardé como dos meses en darme cuenta de lo buenísima que era, pero sí.
Esa canción también me inspiró ya para «7 días».
«Me lo he montado bien, pero no es una estrategia»
¿Crees que tu público ha evolucionado contigo desde los tiempos de «la maqueta era mejor»? ¿Notas que tu público es nuevo?
Tengo mucho público nuevo. Anteayer toqué en el Reina Sofía, había una cola enorme, y veía todo tipo de público, ¡ya no son los cuatro indies de la maqueta! Me daban ganas de llorar, me pedían una foto y yo misma decía: «¿para qué querrán una foto conmigo»?
En verdad, has formado un buen conjunto de cosas: que si una canción con Jota, que si el ritmo de ‘7 días juntos’ es un poco urbano, que si sales en Paquita Salas…
No es nada buscado.
Lo sé, lo sé, conociéndote a ti y a Elefant, pero te veo aglutinando cosas que otra gente no. No sé si piensas de algunos compañeros de profesión: «si no fuera tan integrista»…
No, no pienso en eso (risas) Pero sé lo que me dices. Me lo he montado bien, pero no es una estrategia (Risas) Ya lo sabes.
También has mejorado muchísimo el directo.
Al principio era un desastre, sí.
No sé si recuerdas algún punto clave.
Poquito a poco. Toda mi carrera ha sido poquito a poco. Al principio tuve lo de ‘Romancero’, pero tampoco lo peté como Carolina Durante. Fue poquito. Nunca llegué a petarlo. Sí que he ido viendo que con cada disco me ha ido un poco mejor.
«Toda mi carrera ha sido poquito a poco. Al principio tuve lo de ‘Romancero’, pero tampoco lo peté como Carolina Durante»
Lo decía porque llegó un momento en que el carisma de las canciones parecía por encima de tu propio carisma. ‘Muero de amor’ es una canción muy Raphael, Rocío Jurado, tú además eres fan de Manuel Alejandro.
Y de Rocío Jurado.
Una canción así no se puede afrontar en el escenario como Jota, mirando el suelo como los indies (me refiero a los shoegazers). Es una canción de crecerte en el escenario, no de reivindicar la ausencia de carisma como se ha hecho en el indie. No sé si me explico.
Sí, sí, tienes razón. Quizá el «Premeditación» fue un cambio, igual esa canción, ‘Muero de amor’.
Tampoco dejas atrás la influencia indie. ‘Morderte’ es muy My Bloody Valentine.
Sí, es la última canción que acabamos, no estaba así y fui una mañana a casa de René, y dije: «vamos a hacer algo con esta canción». Y se nos ocurrió meter guitarras distorsionadas a muerte.
Háblame de ‘Domingo escarlata’. Empieza en plan R&B pero al final es otra cosa.
Sí, esta canción la empezó David… No sé. Está inspirada en Miguel Bosé (risas)
«Trabajo muy mal bajo presión. Si me dicen que tengo que escribir para Miguel Bosé, igual me bloqueo»
Te estás ya quedando conmigo…
¡Que no me estoy quedando contigo! (risas). Me recordaba a Miguel Bosé, y se nos ocurrió una producción grasienta, de esa época de los 90. Pero no la acabamos de encontrar. La empezó David, pero al final la hice con René y no sé, se lió, no sé si es todo de René, creo que David la había empezado ya noventera.
Has escrito algo para lo próximo de Soleá Morente (que saldrá también en Elefant). No sé si escribir para alguien tipo Miguel Bosé es algo que te sigas peleando, como has dicho otras veces.
Bueno, si surge, guay. Trabajo muy mal bajo presión. Si me dicen que tengo que escribir para Miguel Bosé, igual me bloqueo. Soleá es mi amiga, la conozco, es muy guay.
No sé si la canción con David es la más antigua.
Ha metido alguna guitarra, pero las canciones son todas mías…
Ya lo sé… Me refiero a la que canta, ‘Déjame entrar’.
¡Ah! David me dijo: «me gusta esta canción, quiero hacer un dueto contigo». Se ha hecho esta producción porque hay una canción que salió en Eurovisión, creo que en 2014, The Common Linnets, que me llamó mucho la atención porque esa canción no era nada eurovisiva. David decía que la producción de ese tipo de canción quedaría bien.
Pero Elefant ha puesto como referencia a Ennio Morricone en la nota de prensa. ¡Tendrían que haber puesto a The Common Linnets!
Bueno, ya sabes… Tiene algo de Morricone, dijimos: «vamos a meterle algo de western».
¿Esta vez quién irá en tu banda en vivo?
Los mismos de ‘Fiesta’: Juanma Carrillo, Brian Hunt, Nieves Lázaro y David…
¿David va contigo en la gira?
No sé si sabes que ya no somos pareja.
Sí, por eso te preguntaba si este disco es de ruptura, pero no sabía si lo querías decir.
Sí, para que no me pregunten más «tu marido, tu marido»…
En un momento llamasteis La Bien Querida un dúo, pero él enseguida dijo que todas las canciones eran tuyas y que no, que eras un artista en solitario. El caso es que no es un disco de ruptura.
Supongo… No está concebido como un disco de ruptura. Uno sin querer mete sus vivencias, pero no he dicho «voy a hacer un disco de ruptura».
Muchos artistas los hacen, como Christina Rosenvinge…
Este no es el caso.