La voz en el álbum no puede competir con la de los grandes del jazz, pero tampoco parece buscarlo. Las sonoridades de ‘Promesas’ son a menudo clásicas, y para muestra la cadencia disco dada a ‘Aire’, un tema que parece musicado por Nile Rodgers, pero también están plenamente conectadas con la música de hoy. Lo que concuerda con el uso del lenguaje, con esas referencias a «toda esta mierda que superé hace tiempo» (‘Llega’) y al sexo: «y nuestros cuerpos encajan como dos piezas de un puzzle / mucho más grande que cualquier otra cosa» de ‘Aire’ podría ser una letra de Rhye, pese a su simpática referencia a Enrique Iglesias. Nunca una «experiencia religiosa» había sonado tan sofisticada.
Tampoco hacen ascos Blanco Palamera a la pista de baile y en la segunda mitad del álbum, algo después de ese tímido experimento llamado ‘Primavera’, aparece una canción llamada ‘Salvaje’ que perfectamente podrían haber producido Junior Boys o incluso la Róisín Murphy más minimalista. Y es que las referencias del dúo son muchas y muy ricas, y los detalles están muy mimados. La final ‘Despega’ es otro de los grandes «growers» del álbum y no hay más que ver el modo en que ha incorporado el sonido ambiente a su desarrollo o cómo la voz vuelve en «fade in» cuando empezabas a dar la grabación por acabada. Por increíble que pueda parecer, ha salido un grupo que puede gustar a los seguidores de Toro y Moi, Francisco Nixon, Extraperlo o Rels B, por igual. Blanco Palamera actúan esta semana en la Monkey Week, que se celebra en Sevilla.
Calificación: 7,7/10
Lo mejor: ‘Sola con mi voz’, ‘Llega’, ‘Aire’, ‘Salvaje’, ‘Despega’
Te gustará si te gusta: Cupido, One Path, Rhye, Sen Senra
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